Por: Víctor Salas
En el municipio de Nombre de Dios, Durango, en su inocencia, el pequeño Francisco Rigoberto jugando cayó a un comal y a las brasas; el Hospital Materno Infantil le ha negado atención médica.
Brenda Casas Gómez, la madre del niño, se encuentra desesperada ya que su niño está sufriendo.
El pequeño Paquito tiene cuatro años y los padres piden ayuda de la ciudadanía para cubrir los gastos médicos que las lesiones por quemadura conllevan.
Comentaron los padres que fue el domingo mientras preparaban tamales para vender por las calles cuando sucedió la tragedia, el infante se acercó y sin darse cuenta sufrió quemaduras en sus “pompitas y piernitas” al tocar el bracero y la olla con agua caliente donde preparaban el alimento conque harían los tamales.
De manera inmediata y como pudieron, los preocupados padres trasladaron a su hijo al Hospital Materno Infantil en ciudad de Durango para que recibiera atención médica por la lesión. Desafortunadamente el niño no fue atendido con profesionalidad, sí lo recibieron los médicos, pero lo triste de todo ello es que lo sacaron rápidamente del nosocomio porque al parecer estaba muy inquieto, lloraba y gritaba mucho a causa del dolor que sentía, «los médicos no quisieron batallar con él”, dijeron.
Por su parte Rigoberto Reina López, padre de la víctima expresó que necesitan ayuda económica porque toda la semana no han podido trabajar en la venta de tamales que es con lo que se mantienen.
Si alguien gusta apoyarlos se puede comunicar al teléfono es el 8125753496. «Estamos muy desesperados y tenemos cuatro hijos a los qué hay que mantener», finalizaron.