Canatlán, Durango.- Su hijo lo quemó vivo y arrastró a caballo por el pueblo, para luego abandonar sus restos en un llano.
Donde su hijo lo quemó vivo y arrastró a caballo por el pueblo, es en el municipio de Canatlán, Durango.
Quien protagonizó la bestial muerte de su papá, es Fidel, de 37 años de edad, quien andaba bajo los efectos de alguna droga.
El hoy occiso se llamaba Raúl Rodríguez Avitia, de 80 años de edad.
Fue en el poblado J. Cruz Gálvez, o Cañas, del municipio de Canatlán, Durango, donde ocurrió el terrible hecho que conmoción a los lugareños y habitantes de otras comunidades.
Todo comenzó cuando, Fidel, bajo los efectos de productos tóxicos, llegó a la casa del papá, lo mató, luego lo quemó y posteriormente lo ató a su caballo para arrastrarlo por todo el pueblo.
Aunque otros familiares y vecinos le pedían que no lo arrastrara, Fidel no hacía caso, se le ponían frente al caballo para que parara, pero se los echaba encima.
Es así como salió del pueblo arrastrando el cuerpo y luego de que de la cintura hacia abajo quedó sin carne, hizo alto en un llano, lo desamarró y abandonó el cadáver, para escapar.
Como la gente salió a buscarlo, en la mañana encontró los restos del adulto mayor, avisaron a las autoridades y llegaron para recoger los restos y llevarlos al anfiteatro.
Al tiempo, inició un intenso operativo de búsqueda para localizar y detener a Fidel, con el fin de ponerlo a disposición del juez.
Por lo pronto, el Agente del Ministerio Público integra la carpeta de investigación, por el delito de homicidio calificado, en contra del hijo, por la muerte de su padre.
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