Otáez, Durango.- Terrible muerte tras arrancarle los brazos una grúa, es la que sufrió este sábado un joven que trabajaba junto con su padre y otras personas.
La terrible muerte tras arrancarle los brazos una grúa, la sufrió el muchacho en un predio de explotación forestal enclavado en la sierra duranguense.
Los hechos
A sus 24 años de edad, Juan Manuel Hernández Santillán, quien tuviera su domicilio en el poblado El Nayar, Durango, es el muchacho víctima del impresionante y letal accidente laboral.
Resulta que, el sábado en la mañana, el joven trabajaba en la extracción de madera en el predio forestal La Pajonienta, municipio de Otáez, Durango.
En un momento dado, se salieron del carrete los cables de la grúa trocera que operaba, por lo que trató de acomodarlos.
Sin embargo, por un descuido que tuvo, los cables se le enredaron en sus dos brazos y se los desprendió del cuerpo, es decir, literalmente los arrancó.
Al ver lo que ocurría, su padre José Alejandro, de 46 años y otro compañero de nombre Eduardo, trataron de auxiliarlo, pero ya era demasiado tarde.
Y es que, el joven trabajador ya estaba sin vida, por lo que avisaron a las autoridades para que tomara conocimiento del terrible y trágico accidente laboral.
Al llegar, el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó las diligencias propias del caso, levantó el cuerpo y lo trasladó al anfiteatro de Santiago Papasquiaro, Durango.
Una vez que le practicaron la necropsia de ley, entregaron sus restos a los familiares para que lo trasladaran a El Nayar, con el fin de que lo velaran y le dieran cristiana sepultura.