Gómez Palacio, Durango.-Tras cuatro años de no ver a su hijo, lo encontró muerto, justo en el anfiteatro de la Vicefiscalía de la Laguna.
Quien tras cuatro años de no ver a su hijo lo encontró muerto, manifestó que, éste se dedicaba a lavar vehículos.
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Se trata de un varón al que el sábado en la tarde mató el tren, en los momentos que lo abordaba en la región lagunera duranguense.
Antecedentes
Sobre este tema, publicamos el domingo la siguiente información:
Subía al tren cuando cayó y lo despedazó, hechos que atestiguó uno de los vigilantes ferroviarios.
Lo que se conoce hasta el momento de esta tragedia es que, ocurrió por las vías del tren que pasan por la esquina de las calles Enrique Unzueta y Amado Nervo, de la colonia 21 de Marzo, en Gómez Palacio, Durango.
La versión de uno de los vigilantes ferroviarios, perteneciente a la empresa de seguridad Fuerza de Reacción Armada (FRA), es que al iniciar la marcha el ferrocarril, trató de subirse, pero al perder el equilibrio cayó entre las vías y las ruedas lo arrollaron.
Ante tan lamentable acontecimiento, uno más que ocurre en estas circunstancias, el vigilante llamó al número de emergencia y poco después llegaron paramédicos de la Cruz Roja, los que nada pudieron hacer por el desconocido, ya que había muerto.
Lo identifica su papá
Luego de que el señor Sergio Castillo Campos, de 58 años de edad, se enteró a través de los medios del trágico acontecimiento, algo lo hizo acudir al Servicio Médico Forense, para pedir que le mostraran el cadáver, ya que desde hacía cuatro años no sabía nada de su hijo.
Es por eso que salió de su casa de calle Grutas del Tabaco, de la colonia Lázaro Cárdenas, en Torreón, Coahuila. y enfiló hacia la Vicefiscalía de la Laguna, ubicada en ciudad Lerdo, Durango.
Cuando le mostraron el cadáver, inmediatamente lo reconoció que se trataba de su hijo Emmanuel Jovany Castillo Rocha, de 32 años de edad, quien tuviera su domicilio en el poblado La Concha, municipio de Peñón Blanco, Durango.
Manifestó que su hijo se dedicaba a lavar vehículos y una vez que reclamó el cuerpo, se lo entregaron para que lo velara y le diera cristiana sepultura.