Por: Eduardo Ortega Solano

Una de las promesas más ambiciosas que realizó el fallido candidato a la gobernatura de Durango por el PRI en el 2016, Esteban Villegas, fue la instalación de una armadora de autos, propuesta que sus otrora adversarios de Acción Nacional calificaron de ilusoria e irresponsable. Sin embargo, seis años después, el tiempo le dio la razón al Dr. Villegas Villareal, hoy gobernador de Durango, pues a principios de la semana pasada se anunció que SEV instalará su armadora de autos eléctricos en la capital con una inversión inicial de seis mil 800 millones de pesos, cantidad superior a dos años del presupuesto municipal de la capital de Durango. En el 2016, la falta de altura de miras logró retrasar el progreso de Durango durante seis años, impidiendo el arribo al Gobierno que encabezaría Esteban, que hoy está demostrando que sí podrá detonar la economía y el progreso en nuestra entidad.

Pero por supuesto que esto no es casualidad, durante el año pasado el gobernador realizó diversas giras de trabajo con el objetivo de dar a conocer Durango a los inversionistas, las condiciones, bondades y ventajas de invertir en nuestro estado. Viajes que fueron breves y austeros, cuya comitiva no fue superior a seis personas, además totalmente transparentes, el gobernador por medio de su director de comunicación, Víctor H. Hernández, estuvo informando en tiempo real de cada uno de los pormenores de las giras. No son pocas las empresas de China, Estados Unidos y Canadá que como resultado de los viajes ya nos han visitado y han mostrado interés en tener inversiones en Durango.

Pero Esteban no solo sabe vender a Durango en el extranjero, también lo ha hecho bien con el Gobierno federal. Esteban desde que obtuvo el triunfo fue claro en la forma en que sería su relación con el presidente de la República al afirmar: “Mi chamba será que AMLO se enamore de Durango”. Ya en su toma de posesión, dio señales de que la relación iba por buen camino, el representante del presidente, exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, dijo: “Durango va a tener todo el apoyo del Gobierno federal para salir adelante; tenga la seguridad que contará con lo que requiera para cerrar el año sin preocupaciones”; agregó: “Nos caímos bien desde la primera a vez que nos encontramos, existe cariño y respeto por el líder que tiene Durango, es un gran político y administrador que pronto le dará a la entidad la estabilidad financiera que requiere. Me pidió el presidente Andrés Manuel decirle a Esteban que va a contar siempre con su apoyo”.

En todo este tiempo, el trato entre los dos mandatarios ha sido afable, amable y de aprecio, simplemente habría que recordar la arenga que pronunció el mandatario duranguense a favor del presidente el 20 de julio en el evento por el aniversario luctuoso de Francisco Villa, “¡Que viva el presidente de la República!”, y no son pocas las veces que AMLO ha expresado su aprecio y reconocimiento a Esteban. Simplemente el sábado pasado, en la visita de AMLO a la capital, dijo: “Hemos trabajado juntos y nos ha respetado, no como otros. Pero lo más importante, no solo es la relación personal, no solo es relación institucional, es que me consta que se preocupa por la necesidad de la gente” y pidió un aplauso para Esteban.

El mandatario duranguense dijo: “Usted lo ha dicho, ‘amor con amor se paga’, y su mandato presidencial quedará grabado en nuestros corazones por siempre. Usted, presidente, será recordado como el presidente del pueblo y como el más grande transformador de la historia moderna en México»; también mencionó que a él le hubiera gustado conocer al presidente antes para «luchar junto con él desde hace muchos años».

AMLO informó la construcción de la Planta Potabilizadora en la capital, la cesión del nuevo Centro Penitenciario a la Federación (hoy un elefante blanco) y la ampliación de Programas del Bienestar. Aun así, oficialísimo y oposición ramplona, según sea el caso, descalifican el trabajo de los mandatarios, y sigue la vieja cantaleta “¡AMLO no quiere a Durango!”.