Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Con el lema de BORREGOS SOMOS Y EN EL PARTIDO ANDAMOS, el campechano de Campeche, y no campechano porque caiga bien o sea muy simpático, pretende ser reelecto para que continuar al frente de los despojos del PRI por quien sabe cuántos años más. Su majestad Alito, El Perpetuo, cuyo nombre de pila es Alejandro Moreno, recibió el apoyo incondicional de sus borregos, perdón, de sus vasallos, para continuar perdiendo elecciones, vender candidaturas y quedarse con los millones que recibe el RIP (PRI) de prerrogativas.

El agandalle, perdón, la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas fue aprobada durante la 24 Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional, realizada el domingo 7 de julio, en la Ciudad de México. Fueron alrededor de tres mil 200 súbditos (delegados) los que se empinaron, perdón, dialogaron, sobre las reformas a los estatutos del partido, entre las cuales destaca permitir la reelección de la dirigencia nacional hasta por tres periodos consecutivos de cuatro años. La Comisión Nacional de Dictamen puso a votación la reelección del cargo del actual dirigente nacional, “Alito” Moreno, lo cual fue aprobado, por lo que podría seguir como líder nacional del partido hasta el 2032 y de esta manera perder la elección presidencial del 2030.

“BORREGOS SOMOS Y EN EL PARTIDO ANDAMOS”, gritaban enardecidos los plebeyos, cuando su majestad Alito, El Perpetuo, fue ungido con la corona que le colocó en la testa el representante del reino de mediocrilandia. Sus colegas de reinos unidos le hicieron llegar sus felicitaciones, por esa razón recibió felicitaciones del reino de ineptolandia, el primer ministro de las naciones obscuras de occidente le hizo llegar sus parabienes y el sultán Felipe El Fracasado puso a su disposición toda su sabiduría. Igualmente, algunas asociaciones tuvieron a bien felicitarlo, reconociendo su coronación, prueba de ello es la carta que la sociedad de Descarados y Cínicos conexos y con los otros de México le hizo llegar, de igual manera la confederación de agachones no se quedó atrás y como prueba de indiscutible solidaridad, la agrupación de BUENOS PARA NADA Y MALOS PARA TODO le ha solicitado a su majestad Alito, El Perpetuo, los incorpore a las filas del PRI ahora que la CTM se va desligar del partiducho.

El nuevo soberano de pacotilla y campechano de Campeche y no campechano porque caiga bien, o sea muy simpático, antes de ser proclamado como su majestad, Alito, El Perpetuo, se le conocía como vandalito, ha prometido para su discurso de toma de posesión seguir degradando al partido de Jesús Reyes Heroles y Daniel Cosío Villegas, también hará el compromiso de hacer un descuento en la venta de los cargos a presidencias municipales y regidurías a lo largo y ancho del país, eso incluye a los que llegaran a ganar la elección aun por la vía plurinominal. Otro de los ofrecimientos que hizo ante tres mil doscientos autómatas que no dejaban de aplaudir como focas consistió en seguirse peleando con el Gobierno federal sin motivo alguno, solo por estar jodiendo, pero lo que más llamó la atención fue el trato que hizo ante tres mil doscientos maniquíes fue seguir siendo corrupto, incapaz y mentiroso.

La futura coronación de Alito, El Perpetuo, denota el escaso o nulo valor y dignidad que tienen los mansos borregos que permitieron que un miembro de su estirpe se burlara de ellos. El 21 de enero de 1793, hace 230 años, el filo de la cuchilla cortó de un tajo la cabeza del ciudadano Luis Capeto, como bautizaron al Rey los revolucionarios. Con la muerte de Luis XVI, un emperador frívolo, gandalla, antipático, inepto, ineficaz, perdedor y desagradable, acabó la monarquía en Francia. Desde su llegada a la dirigencia del RIP (PRI), el próximo soberano Alito, El Perpetuo, generó polémica. Risa, desconcierto, sorpresa y profunda indignación fueron algunas de las reacciones de los mexicanos a sus extravagancias, que hoy, con su absurda y posible relección, se suman a las razones del profundo malestar que sintieron millones de mexicanos en contra de los prianistas en las pasadas elecciones del 2 de junio. Con una oratoria de charlatán de feria, prometiendo lo que nunca podría cumplir, el monarca Alito, El Perpetuo, y los incondicionales que le aplaudieron como focas no se han puesto a pensar que más temprano que tarde surgirá un grupo de valerosos inconformes que se le paren enfrente y le griten “¡Basta ya, payaso!», y entonces como todo monarca repudiado, le sucederá los mismo que a Luis XVI.

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