Por: Pedro Núñez López

La escuela Normal J. Guadalupe Aguilera: con el nombre de Escuela Central Agrícola Durango, durante la presidencia de Plutarco Elías Calles, fue inaugurada el 19 de diciembre de 1926 lo que fue después y es hasta la fecha la Normal Rural J. Guadalupe Aguilera, cuyos productos agrícolas fueron en un principio, entre otros, las calabazas, cañas de azúcar de clima templado, papas y tomates. La escuela se levantó en lo que fue la hacienda Santa Lucía. Los alumnos desempeñaban los servicios internos y los servicios domésticos. Contaba además, como las escuelas de su tipo, con hectáreas para fines agrícolas, edificios para dormitorios, comedores, salones de clase, cocina, servicios sanitarios y administración general, caballerizas, porquerizas, trojes, almacenes, gallineros y lechería; así mismo con animales de diferentes especies y razas, campos destinados a la explotación hortícola, árboles frutales y apiarios. Tenía modernos molinos de harina y se practicaba la explotación ganadera de vacas, cerdos, gallinas, cabras y borregos de las mejores razas.

La compañía de Tranvías de Durango: para octubre de 1920, todavía existían en la ciudad de Durango los simpáticos tranvías tirados por mulitas. Eran cinco, destinados dos para la estación, uno para el Tepeyac, uno para la colonia Obrera y uno para el panteón. La compañía se componía además de un administrador, un inspector, cinco conductores, cinco cocheros y tres mozos para la mulada, así como un mayordomo y tres peones en el servicio de reparación, y 35 mulas. Las ganancias eran en la Estación de diez a 15 pesos diarios, en El Tepeyac como de ocho a diez, y en el panteón y la colonia Obrera como de tres a cinco. Eso sí, en los días 11 y 12 de diciembre, como el 2 de noviembre, los ingresos aumentaban por las numerosas visitas a la virgen de Guadalupe y al panteón.

El accidente aéreo de Sierra Santa: fue en 1966, cuando al acercarse a bordo de su avioneta a la pista del mineral de Sierra Santa, el norteamericano G. Pickard se precipitó a tierra a consecuencia de una corriente de aire descendente, el aparato quedó completamente destrozado y resultaron heridos el piloto y el señor Manuel González Peña, tal vez los salvó su buena suerte o la santidad de la sierra.

La fuga en el camión materialista: hasta el patio principal de la Penitenciaría, que era amplio y extenso, entraban desde los automóviles de los jueces hasta vehículos utilitarios; por alguna obra de construcción o remodelación, en el mes de diciembre de 1968 penetraron camiones materialistas. El peligroso homicida Leoncio Salazar García se fugó oculto en la caja de uno de esos camiones, su ausencia se descubrió a las cuatro de la tarde del 14 de diciembre de 1968.

El día del tránsito en los años 60: el 22 de diciembre era o es el Día del Tránsito. En los años sesenta, ese día, a temprana hora, los agentes de tránsito bien uniformados y marciales, se colocaban sobre un banquillo en los principales cruceros a dirigir el tránsito muy monos y los conductores, principalmente los de los camiones refresqueros, les dejaban diversos regalos que los agentes colocaban recargados en sus banquillos. Demás está decir que ese día no había mordidas ni nada que se les pareciera.

El sabor de la venganza: por 1969, se filmó en Durango El sabor de la venganza, por cinematografía Marte en sociedad con Wally Brady. El rodaje se inició en la Comarca Lagunera, y continuó en los ranchos ganaderos de McHaward y José María Hernández, así como en el ejido Lerdo de Tejada. El papel principal fue protagonizado por la estrella norteamericana Cameron Mitchell, y los papeles secundarios por Mario Almada, Carlos East, Jorge Luke, Helena Rojo e Isela Vega.

Inauguración de El Dorado: el sábado 21 de diciembre, de 1970, a las 11:00 horas, todo un acontecimiento social constituyó la inauguración del restaurante bar El Dorado, dependiente del México Courts, cuyo costo fue de dos millones de pesos. Muy pronto se convirtió en un centro de reunión muy concurrido por su calidad en el servicio y la variedad que presentaba.

El bimotor que aterrizó de panzazo: el capitán piloto aviador Hugo Valverde, salió temprano con dirección a San Miguel de Cruces, en el bimotor Beechcraft D-18 matrícula XA-BOV, de la compañía Aerolíneas Continental, con seis pasajeros, mas como por el mal tiempo no pudo aterrizar tomó la decisión de regresar a Durango a eso de las 09:00 horas, del martes 2 de diciembre de 1969. El tren de aterrizaje se negó a responder cabalmente, así que aterrizó de panzazo, arrastrándose a lo largo de 500 metros por la pista, con los pasajeros a salvo; eso sí, con daños por 45 mil pesos, pues se destrozaron las hélices y el tren de aterrizaje.

Fuente. Imagen obtenida del Facebook grupo Durango Antiguo, texto del Libro Instantáneas Durangueñas de Enrique Arrieta Silva.