Por: Manuel Díaz
Cuando Chavita tenía cuatro meses de vida fue diagnosticado con meningitis y a consecuencia de esta enfermedad pasó cuatro años en estado vegetativo. A pesar de que esta afección dejó en él diferentes discapacidades, en la actualidad es uno de jóvenes que laboran en la cafetería «Rehilete», compartió la maestra Fernanda Reveles.
Chavita es todo un ejemplo de vida, ya que debido a la meningitis y al estado vegetativo en el que estuvo, las esperanzas de vida eran pocas. Pero este joven es un guerrero que salió adelante y que se esfuerza por vivir. Así como por aprender las técnicas que se requieren en su puesto de trabajo.
La cafetería «Rehilete» que se ubica en el pabellón industrial dentro de las instalaciones de la Feria Nacional Durango (Fenadu) 2019, es atendida por un total de 20 jóvenes mayores de edad, que tienen distintos tipos de discapacidades.
Jóvenes con Síndrome de Down, parálisis cerebral y lento aprendizaje, son algunas de las discapacidades que presentan estos jóvenes que laboran en distintos turnos en la cafetería.
Los chicos se están adaptando a su jornada laboral
«La cafetería ‘Rehilete’ es atendida por estos chicos con discapacidad y son ellos quienes también cocinan cada uno de los productos que se venden, como el pastel, papás, nachos y tés», añadió.
La jornada de trabajo es de ocho horas para cada joven. En este aspecto los chicos se están adaptando al cumplimiento del horario, que es lo que les está costando un poco de trabajo porque al igual que sucede con todos, también se cansan, manifestó María Isabel Rodríguez, responsable de la cafetería «Rehilete».
Tanto en la preparación de alimentos como en la atención al cliente, se cuenta con supervisión de adultos, para que los jóvenes puedan realizar su trabajo sin contratiempos.