Salvador Chávez Molina, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) señaló que en el sector de la construcción hay crisis de mano de obra (albañiles) y eso les está pegando mucho. Destacó que sin mano de obra no se pueden realizar los trabajos, y es que, lamentablemente, la gente ya no quiere trabajar.
«Coincido con quienes han declarado que tenemos un exceso de becas, ayudas y apoyos a las familias. Eso provoca que no quieran trabajar en la formalidad, ni en la construcción, ni en algún otro empleo. Aunado a esto, tenemos el problema de consumo de drogas entre quienes están contratados», comentó.
Detalló que las circunstancias descritas los obligarán a cambiar los procesos productivos, incorporando más tecnología, para desplazar a la mano de obra para no depender de ellos. «Es una realidad que mientras sigan estos programas asistencialistas nosotros no podremos competir contra ellos».
Puntualizó que la gente no quiere trabajar porque se conforman con lo que reciben en diferentes programas sociales. «Eso ahora nos tiene trabajando a los desarrolladores de vivienda entre un 40 y 60 por ciento de nuestra capacidad instalada».
Enfatizó que otro problema al que se enfrentan es que un porcentaje importante de la mano de obra que tienen contratada tiene problemas de adicciones, sobre todo los peones. “Lamentablemente, ahora es más fácil encontrar un punto de venta de sustancias que una tienda de conveniencia”, añadió.
Finalmente, Chávez Molina consideró que la Secretaría del Trabajo tiene que atender de manera especial este tema de adicciones entre los trabajadores. «De esta forma, de manera conjunta podríamos rehabilitar a estas personas».
Por: Brenda Maurer