Calor y hacinamiento, combinación que representa un alto riesgo de salud para miles de familias en Durango y que por las altas temperaturas de este año, se convierte en un problema de urgente atención, comentó el director de la Coesvi, Jaime Fernández Saracho.
“Da tristeza, nos tocó una casa que se quemó donde vivían 20 personas, diez adultos y diez niños, son casos que hemos venido atendiendo ”, expresó.
La Comisión Estatal de Suelo y Vivienda (Coesvi) tiene proyectado destinar 60 millones de pesos para la construcción de mil cuartos adicionales, baños y losas; más una cantidad similar con un esquema de autoconstrucción con un banco de materiales que tiene la dependencia.
Otro de los pendientes y que es urgente resolver, es la regularización de las viviendas porque miles de familias no cuentan con sus escrituras; situación que el gobernador Esteban Villegas ha pedido atender de inmediato para dar certeza legal y tranquilidad a las familias.
Jaime Fernández Saracho precisa que en estas acciones de mejoramiento de vivienda se mezclan recursos de los tres ordenes de Gobierno, lo que permite una bolsa más amplia y más beneficiarios.
Abatir el hacinamiento es prioritario ya que los cambios demográficos y climáticos están haciendo de la vivienda un elemento cada vez más importante para la salud.
De acuerdo con las previsiones, la población urbana mundial se duplicará en 2050 y se necesitarán nuevas soluciones para la vivienda, que sean hogares donde las familias estén protegidas contra el frío, el calor y otros fenómenos meteorológicos extremos.
Las altas temperaturas interiores pueden causar enfermedades y aumentar la mortalidad por causas cardiovasculares, asimismo, el hacinamiento en las viviendas aumenta el riesgo de exposición a enfermedades infecciosas.
Además, la insuficiencia de los servicios de suministro de agua y de saneamiento afecta a la inocuidad de los alimentos y la higiene personal y, por tanto, facilita que se contraigan enfermedades transmisibles.
Por: Antonio Gaytán
