Cesar Gutiérrez, productor del municipio de Poanas, Durango, decidió retomar la siembra del frijol Sangre de Toro, una de las variedades desplazada por el Pinto Saltillo.
La familia Gutiérrez se dedica a la producción y comercialización de alimentos, se especializan en hortalizas (chile y cebolla) y granos como maíz, frijol y trigo.
Con el paso de los años, como el resto de los campesinos de la región, siembran frijoles de las variedades Negro y Pintos, las de mayor demanda en el mercado nacional.
Este año, en el programa «Aquí hay Campo» de Canal 15; Cesar Gutiérrez compartió que tomó la decisión de recuperar variedades que sembraban sus padres y abuelos.
Sembró una hectárea con esta variedad, con un sistema de cintilla (riego) y la aplicación de nutrientes, estima que levantará una cosecha de cuatro toneladas.
El frijol Sangre de Toro, por su color rojo, contiene una mayor cantidad de antioxidantes que el resto de los frijoles mexicanos; además, es un frijol suave que deshace en la boca y hace un lujoso caldo terso, reconocido por su delicioso sabor y sedosidad.
Diversas casas comerciales ofertan este frijol como un tesoro gastronómico del país; por lo que, nos comenta Cesar Gutiérrez, tiene garantizada la venta de su cosecha a buen precio.
- Te puede interesar: Producción para el Bienestar abrió registro para 1,000 campesinos de Durango: Iván Ramírez
Por: Antonio Gaytán