Por: Antonio Gaytán
Capacitarán a pilotos de Durango para bombardear nubes y provocar lluvias, procedimiento que se aplicará en caso que se cumplan los pronósticos de sequía extrema este 2023.
Según el Monitor de Sequía de México (MSM), el 63.5 por ciento del territorio duranguense ya sufre de sequía severa, el 34.2 por ciento sequía moderada y el 2 por ciento se cataloga como anormalmente seco.
Es decir, el 100 por ciento del estado de Durango sufre estrés hídrico, condición que se pudiera considerar normal en estos meses de estiaje, sin embargo, de retrasarse las lluvias existe el riesgo de una mayor crisis y caer en sequía extrema e incluso en sequía excepcional.
Algunos expertos han predicho un año 2023 seco, sin embargo, recordó el gobernador Villegas Villarreal que en años anteriores han fallado estos pronósticos.
En caso de cumplirse los pronósticos de sequía este año, Esteban Villegas dijo que se están preparando para apoyar los sectores más vulnerables, en primer lugar garantizar el abasto de agua a las poblaciones y ayudar a los campesinos con sus animales.
Se instruyó al secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR), Ricardo Navarrete, implementar acciones preventivas y no esperar que el ganado empiece a morir.
«Cuando las vacas empiezan a morir es porque las dejamos enflacar hasta la muerte, lo que tenemos que hacer es actuar antes de que tengamos el problema», apuntó.
Además, en la pasada visita del presidente Andrés Manuel López Obrador se contó con la presencia del secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, y agendaron una reunión a más tardar para la próxima semana donde se analizará preparar el bombardeo de nubes.
El Gobierno del estado de Durango cuenta con un avión y pilotos, lo que propone Esteban Villegas es enviarlos a capacitar en este procedimiento y bombardear las nubes en el momento precisó sin depender de las aeronaves federales.
«Tenemos que estar preparados para la sequía desde ahorita», externó.
El bombardeo de nubes, también conocido como siembra de nubes, es una técnica que se usa para tratar de aumentar la cantidad de precipitación de una nube.
Una de los procedimientos es el bombardeo de nubes frías, el objetivo es aumentar la cantidad de precipitación a partir de nubes que tienen una temperatura por debajo del punto de congelación.
La técnica consiste en usar un avión para dispersar sustancias químicas como yoduro de plata, nitrato de sodio o cloruro de calcio en las nubes.
Estas sustancias actúan como núcleos de condensación y promueven la formación de cristales de hielo en la nube, lo que aumenta la probabilidad de que se produzca precipitación.
La cantidad de precipitación aumentada dependerá de la cantidad de nubes por debajo del nivel de congelación y de la cantidad de sustancias químicas que se dispersen.
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