Por: Brenda Maurer
Es muy padre que haya material para prevenir la violencia de género en lengua indígena porque se respeta a las culturas que hay en el estado, sin embargo, cuando se va aterrizar el trabajo en las comunidades hay que llevar a los traductores y eso es un problema porque faltan muchos. En los Centros de Justicia, en juicios orales e incluso en el Hospital 450, no hay traductores por lo que no se garantiza el derecho de tener un intérprete traductor certificado, expuso la abogada, Victoria Maribel Aguilar.
Detalló que en la entidad solo hay 10 peritos traductores certificados y la realidad es que tampoco hay posibilidades de empleo para ellos. “Ocurre que hay muchas dependencias que ni siquiera tienen una partida presupuestal para pagarles a los intérpretes, así que el Instituto Nacional de Pueblos Indigenas ahora debe tener la misión de certificar a más, porque hay variantes en la lengua”.
Abundó en que de alguna manera la falta de herramientas como lo es un traductor, deja a las mujeres vulnerables a pesar de que se hacen esfuerzos para llevarles información en su lengua para prevenir la violencia de género. Únicamente en el Hospital Materno Infantil hay traductores toda la semana, pero en contraste en el Hospital 450 no hay; muchas cosas hay que trabajar como políticas públicas para trabajar en conjunto los gobiernos y las comunidades.