Los crímenes de odio contra las personas de la diversidad sexual no se consideran como tal, sino que reciben una calificación de «crímenes pasionales».
Selene Name, presidenta de la asociación Nosotras, Nosotros, lamentó esta práctica común en el estado, por lo que dijo es necesario que se legisle para tipificar los crímenes de odio a nivel local.
En el país, solo 12 estados han tipificado los crímenes de odio en sus códigos penales, estos son: Ciudad de México, Baja California sur, Colima, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz, Aguascalientes y Jalisco.
No obstante, estos delitos son constantes, así lo aseguran activistas. Selene Name, recordó que hace tres años, o sea en 2018, hubo siete personas fallecidas víctimas de crímenes de odio.
«Hubo tres casos en la Laguna, pero lamentablemente desde las mismas familias está la discriminación y el rechazo», dijo.
La discriminación y odio que sufren las personas de la diversidad sexual desde sus propias familias, alimenta la impunidad que inicia desde la inadecuada clasificación del delito.
Aún así, de acuerdo con el informe Violencia Extrema, los asesinatos de personas LGBTTT en México: los saldos del sexenio -2013-2018- en el estado de Durango se documentaron cuatro crímenes por odio.
En todo el país, fueron 473 en dicho lapso, especificó el informe. La activista Selene Name, comentó que uno de estos crímenes de odio, fue una víctima que sufrió rechazo hasta en su funeral.
«La chica era trans e incluso la misma familia no quiso que se vistiera de mujer en su última morada», relató.
Aunque la Fiscalía General del estado de Durango no respondió una petición de datos, respecto a cuántos casos de crímenes de odio han investigado en los últimos años. Y es que la mayoría de los estados no tiene un sistema oficial de recolección de datos que puedan ofrecer un panorama sobre este tipo de violencia.
Son las asociaciones civiles, las más accesibles para conocer la realidad de las personas más discriminadas a grado de ser asesinadas. «Las mujeres trans siguen siendo todavía las más violentadas», dijo Selene Name, quien destacó que algunas de ellas trabajan como sexoservidoras, por lo que son aún más estigmatizadas y violentadas.
La mayoría de crímenes de odio contra personas de la diversidad sexual en nuestro país se perpetraron con arma de fuego, según el informe citado anteriormente. La segunda forma más registrada fue el apuñalamiento, seguido de golpes y asfixia.
Sin embargo, el reporte muestra que las autoridades dan poca relevancia a la orientación sexual y la identidad de género de las víctimas, ya que solo en 10.5 por ciento de los casos se menciona crimen de odio como la principal línea de investigación. En contraste, «crimen pasional» se detectó en 26.5 por ciento de los casos.