En lo que corresponde a Durango, la celebración del Día de Muertos ha transitado por diferentes momentos históricos, desde la alegría de los pueblos indígenas hasta una conmemoración seca propiciada por La Conquista, debido a que los españoles confundieron el festejo con actos malignos, compartió el productor de radio de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), Macario Rueda Lozano.
Los pueblos originarios en Durango fueron los Tepehuanos, Acaxees, Coras, Odam del Norte y del Sur. Antes del periodo de La Conquista Española, los indígenas celebraban con alegría el día de muertos.
Algunos de los habitantes de los pueblos originarios o indígenas optaron por refugiarse en las montañas de la geografía duranguense, después de ser conquistados por los españoles. Y esto derivó en eliminar la alegría en el festejo del Día de Muertos.
Los indígenas utilizaban trajes elaborados con plumas y decorados con sangre de animales. También en el ritual se realizaban bailes y se contaba con la participación de magos y hechiceros. Pero los españoles vieron este festejo como una invocación maligna, que la relacionaron con actos diabólicos, finalizó Rueda Lozano.
Hechiceros y Magos en la celebración indígena del Día de Muertos
En la actualidad la celebración del Día de Muertos es una oportunidad para comunicarse con los seres queridos que ya fallecieron, a través del amor que emana de Dios, compartió el vocero del Arzobispado Noé Soto.
Por lo que es importante no temer de lo que se conoce como “almas en pena”, porque al fallecer, el alma de las personas acude con Dios. Y se puede sentir la cercanía con los familiares, a través de la unidad del Creador, resaltó el padre Noé.
Durante el recorrido que se realizó al Panteón de Oriente, los visitantes compartieron que las demostraciones de afecto deben realizarse en vida, porque luego uno se arrepiente de no haber dado un beso o un abrazo, como nos compartió el señor Noé.
La señora María de Jesús, con más de 90 años, acudió con su hija que tiene el mismo nombre, para llevar una ofrenda a su padre y compartió que ante la partida de un ser querido, se extraña la cercanía física.
«En vida, el amor debe demostrarse en vida»
Se lleva en el corazón el recuerdo de las personas que fallecieron, compartió la señora Consuelo, quien acudió con su esposo, para llevar ofrendas florales a las tumbas de los familiares, “que se nos adelantaron en el camino”.
María de los Ángeles es una de las señoras que vende flores en las afueras del Panteón de Oriente y compartió que el secreto para que las personas se lleven las flores, es gritar con alegría, con emoción: “Llévele las flores, si le dejó herencia use el dinero para llevar flores”, porque así voltea la gente, se acerca y se le puede mostrar el producto y casi siempre se lo lleva.