- Líneas de conducción están llenas de huecos y se pierde el agua por infiltración
Por: Antonio Gaytán
Si no tenemos infraestructura hidroagrícola este país no camina, actualmente el 50 por ciento del agua que se destina a la agricultura no llega a la parcela, se pierde por infiltración a causa del deterioro de las líneas de conducción, “están llenas de huecos”, declaró el especialista Jaime Pérez Garza, director de la empresa Agrotiempo, durante un ciclo de conferencias celebrado en el INIFAP.
Canales de conducción que pierden más agua de filtración que lo que riegan de cultivos, además de un manejo inadecuado del vital líquido, “muchos productores les preguntas cuántos metros cúbicos pones por hectárea y no tienen ni idea, le preguntas a un técnico e igual responde lo mismo”.
Además, el cambio climático trae consigo incertidumbre de lo que viene, años atípicos con inundaciones o sequías prolongadas, tenemos que entender que el problema del campo es el manejo del agua, en este sentido, son necesarias propuestas correctas.
Existe tecnología para reducir el consumo del agua en la agricultura, como levantar cosechas con menos agua, hay técnicas, falta que el gobierno diga yo le entro, y que el productor diga me interesa para aplicarlo, porque tenemos un retraso impresionante y hay que aceptarlo, la agricultura moderna requiere cambios, análisis y convencimiento de que un cultivo es rentable.
“Si el maíz no es rentable para mí, bueno no sembremos maíz, sembremos avena, y si la avena no es rentable, sembremos forrajes, porque una cosa es la soberanía alimenticia y otra cosa es la rentabilidad y el productor requiere rentabilidad para progresar y sacar adelante a sus familias”.
El especialista puso como ejemplo de un manejo adecuado del agua a los países árabes, Israel es uno de ellos, agua que cae (lluvia) agua que conducen a sus canales y conservan, a diferencia de nosotros que llueve y se va, menciona que venía en el vuelo y observó como en el Valle del Guadiana existen pequeñas lagunas anegadas e incluso una laguna de oxidación que no es aprovechada para el cultivo de forrajes u hortalizas, así no es posible.