Con tambora, cohetes, porras, abrazos, felicitaciones, banderines en color amarillo y blanco, así como una cabalgata, acompañaron a Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez durante el recorrido que realizó para llegar a la Catedral de Durango para la Profesión de Fe.
Durante el recorrido que comenzó en avenida 20 de Noviembre, y a bordo de una carretilla, el Arzobispo de Durango, manifestó sentirse contento y agradecido con la sociedad que lo recibió con alegría.
“La alegría de ser católicos” fueron parte de las porras que vitoreaban jóvenes, adultos y niños que se encontraban durante el recorrido y que tomaron mayor fuerza cuando el Arzobispo tomó la decisión de bajar la carretilla para saludar y abrazar a los católicos.
Al llegar Armendáriz Jiménez al exterior de Catedral fue recibido por los Caballeros de Colón y por sacerdotes, en donde lo espero un sacerdote con un Crucifijo de un tamaño aproximado de 35 centímetros y que significa el compromiso con las creencias católicas.
El Décimo Arzobispo de Durango también dispersó agua bendita entre las personas que se encontraban al exterior de la entrada de la Catedral. Y al entrar al inmueble se dirigió al centro oratorio que se ubica al lado derecho de la iglesia, para realizar una oración a puerta cerrada.
El Noveno Arzobispo acudió a la ceremonia de nombramiento
En ese centro de oración se encontraba el exarzobispo de Durango José Antonio Fernández Hurtado, quien comentó de forma breve, que se sentía contento de estar en Durango, para la ceremonia que se realizaría para la posesión y profesión de Fe de Faustino Armendáriz.
El Credo, fue la primera oración pública que realizó el Décimo Arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, ante una Catedral llena de creyentes católicos de diferentes partes del estado de Durango y de otros territorios geográficos del país.
El Arzobispo otorgó un discurso breve en el que manifestó el compromiso para enseñar las “verdades que se deben de creer” y que consisten en fortalecer la Fe y Esperanza en la arquidiócesis de Durango.
La felicidad emanó de los católicos por el nombramiento
“Me siento Feliz” porque se tendrá un arzobispo, compartió la señora María Olimpia de 72 años quien viajó desde el municipio de Guadalupe Victoria. El sentimiento de alegría también fue manifestado por la madre Zenovia Pérez ante el nombramiento de Faustino Armendáriz.
El señor Abel viajó desde el estado de Querétaro, en donde hasta hace unos días fue arzobispo Faustino Armendáriz, y compartió que siente tristeza por la partida de Armendáriz pero también alegría porque los duranguenses contarán con un representante de Dios que es comprometido.
El vocero del Arzobispado, Noé Soto explicó que la ceremonia que se llevó a cabo en La Catedral lleva por nombre: Profesión de Fe y que simboliza la cercanía con el pueblo en las creencias católicas.
También se realizó el “Juramento de Fidelidad”, que consiste en mantenerse en la Fe Católica que él mismo profesa para guiar a la arquidiócesis y de esta manera ser custodio de la Fe.
El significado de la ceremonia de nombramiento del Arzobispo
La Eucarística que se llevó a cabo en las instalaciones de la Feria Nacional de Durango (Fenadu) es para la toma de posesión como Décimo Arzobispo de Durango, en donde se entregó el báculo que es símbolo del pastoreo, para guiar a la arquidiócesis. El Nuncio apostólico otorgará la sede de la arquidiócesis a Faustino Armendáriz. Así como “La Cátedra” que es el lugar de la enseñanza.
Los obispos de las diócesis sufragianas de la arquidiócesis de Durango compuesta por obispos de Torreón, Gómez Palacio, Mazatlán, y de la prelatura de El Salto, son quienes acompañaron durante la ceremonia a Faustino Armendáriz.
Por la edad que tiene el arzobispo emérito Héctor González, no puede estar presente en todas las actividades del nombramiento de Faustino Armendáriz pero sin duda participará teniendo los cuidados pertinentes.