Humedad invernal permite sembrar avena forrajera en Durango, tanto en tierras de riego como de temporal, desafortunadamente hay poca semilla disponible, tema que se abordó el programa Aquí hay Campo de Canal 15.
Programa que contó con la presencia del Maestro en Ciencias, Pablo Alfredo Domínguez Martínez, del campo experimental ‘Valle del Guadiana’ del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
El investigador destacó que el estado de Durango es el segundo productor de avena forrajera en el país, solamente superado por Chihuahua.
Según cifras oficiales, en 2022 se cosecharon 123 mil hectáreas de avena en la entidad duranguense, de las cuales el 99% se destinó a forraje.
- La avena forrajera es un magnífico alimento para el ganado, es una planta de estación fría muy sensible a las altas temperaturas.
INIFAP ha liberado diversas variedades para el norte de México como: Chihuahua, Teporaca, Karma, Turquesa, Menonita, Papigochi, Cuauhtémoc, Pampas y Tulancingo.
Variedades con mejores resultados que las semillas importadas de los Estados Unidos.
Sobre estas variedades, el M.C. Pablo Domínguez señaló que las de mayor demanda son Cuauhtémoc y Chihuahua, las cuales son algo viejas, fueron liberadas en 1976; son de ciclo más largo y pudieran producir más forraje, pero tienen la desventaja de ser muy susceptibles a la roya de la hoja, enfermedad producida por un hongo.
“En años como este, que es un invierno llovedor, con clima húmedo y frío, son variedades propicias a enfermedades como la roya, en sus hojas y su tallo”, apuntó.
Ante estas condiciones, es más recomendable avena de la variedad Turquesa que es más resistente a estas enfermedades.
También menciono que, para tierras de temporal, se puede optar por variedades más precoces como la avena Karma, de ciclos más cortos.
Desafortunadamente, debido a la sequía de este año se sufre de poca disponibilidad de semilla de avena en el país, en consecuencia se eleva el costo y hace necesario que los gobiernos, tanto estatal como municipales, aporten recursos para subsidiarla y que los productores puedan sembrarla durante enero y parte de febrero de 2024.
Lo que les permitiría levantar una buena cosecha en tierras de riego, y en el caso de las tierras de temporal, llevar el ganado para alimentarlo sin cosecharla.
Por: Antonio Gaytán
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