Por Brenda Maurer
Este miércoles recordamos a los difuntos; entre ellos hay muchas mujeres que han sido asesinadas (feminicidios) y además hombres. En los últimos cuatro años son 140 mil personas las que han muerto de forma violenta; pero también están 600 mil que murieron por el COVID-19, señaló el arzobispo de Durango, Faustino Armendariz, al exigir a las autoridades que hagan justicia.
«Los feminicidios y las muertes violentas han originado un tejido social lastimado; por eso es tarea de todos reconstruirlo y retomar los valores. Todo feminicidio es lamentable y sin duda, tenemos que alzar la voz, de tal manera que haya autoridades instituidas que deben hacer justicia» añadió el líder de la comunidad católica.
Al final, considero que la justicia es un camino al consuelo para los familiares; pero también siempre apelaremos a los mecanismos de prevención que tiene la autoridad. Una autoridad que debe sembrar valores e implementar estrategias que ayuden a evitar estas situaciones.
«Tenemos un tejido social descompuesto y lastimado, por ello desde la iglesia seguimos sembrando los valores del evangelio. También le toca a las familias sembrar los valores de respeto, de dignidad y de ver con claridad que es lo qué se tiene que hacer; pero también hay que poner disciplina» agrego el arzobispo.
La disciplina es algo que tenemos que rescatar, recordando lo que hacían con nosotros nuestros papás para llevarnos por el camino de bien; sanar el tejido social es una tarea de todos, finalizó.
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