El problema de las ladrilleras en la mancha urbana es añejo, viene de hace varias administraciones, pero poco a poco se está avanzando, señaló el director municipal de Medio Ambiente, Francisco Franco Soler.
Al inicio de la administración, se tenía un padrón de alrededor de 211 ladrilleras en la mancha urbana; «ahorita con la policía ambiental estamos trabajando para que no se ponga ni una más», dijo.
Señaló que el Presidente municipal ha apoyado para establecer el diálogo con los ladrilleros y ya tienen negociaciones con varios que están en ánimos de reubicación.
«En este momento estamos a la expectativa para ver qué más podemos hacer, a fin de impulsar el uso de materiales no contaminantes; porque no solo se trata de mover ladrilleras de un lado a otro, se trata de cambiar para que se genere una demanda de ladrillo o bloques que no sean contaminantes», subrayó.
Es una realidad que debe cambiar la cultura del uso del ladrillo, porque su producción tiene que ver con la oferta y la demanda; entonces si se logra posicionar a los ladrillos menos contaminantes, pues más ladrilleros tradicionales querrán cambiar su producción.
Hasta el momento, son 28 las ladrilleras que han sido derrumbadas; «esperamos pronto tener otras 10 reubicaciones y derribos», finalizó.
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