Ante el riesgo de severas inundaciones, más de 300 familias fueron evacuadas el jueves en una zona de riesgo, donde parecía inminente la llegada de un caudal de agua que podía alcanzar un metro y medio de altura al interior de los hogares, expuso el director municipal de Protección Civil, Gustavo Paredes Moreno.
Añadió que, estas decisiones que se tomaron en coordinación con la federación, fueron muy importantes. “En verdad que no nos excedimos, porque es mejor que la gente regrese sana y salva a su casa, a que no regresen”.
«Nos ha tocado ver morir a tanta gente en las aguas que, creo que estos esfuerzos valen mucho la pena», añadió.
Paredes Moreno, externó que de manera permanente ha estado monitoreando el reporte climatológico, así como los niveles de las presas y ríos, acción que les permite a los elementos de Protección Civil brindarle seguridad a la población.
Gustavo Paredes, compartió que de acuerdo al último reporte que recibió, el nivel del agua desde San José del Molino hasta el Arenal, no ha tenido disminución y además sigue entrando el agua que viene desde Canatlán.
“Estamos en alerta permanente y con trabajo continuo”. Abundó en que tuvieron comunicación con 23 familias del poblado Banderas del Águila, las cuales se encontraban incomunicadas y con poco alimento. «De hecho tuvimos que hacer maniobras de rescate para que pudieran ingresar los elementos de Protección Civil para entregar el alimento.
Finalmente, comentó que en el poblado Maravillas de Arriba, fueron 63 familias las que quedaron incomunicadas y recibieron apoyo.