Mercado Gómez Palacio: emblema de Durango desde 1881

El Mercado Gómez Palacio, ubicado en el corazón del Centro Histórico de Durango, es un ícono de la identidad duranguense desde su inauguración en 1881. Su construcción, que inició en 1879, se realizó sobre terrenos que anteriormente pertenecían a la huerta del conjunto franciscano. El nuevo mercado sustituyó al antiguo Parián y fue nombrado en honor al entonces gobernador del estado, Francisco Gómez Palacio y Bravo.
Este mercado ocupa toda una manzana entre las calles 5 de Febrero, Patoni, Pasteur y la avenida 20 de Noviembre. Los frontones de los accesos oriente y poniente aún conservan grabada la fecha de 1881, recordando su origen y valor histórico.
Mercado Gómez Palacio, ícono histórico de Durango
Con más de 560 locales y la presencia de más de 500 familias comerciantes, el mercado es mucho más que un centro de abasto; es una comunidad viva. Se pueden encontrar desde productos cárnicos, cremerías, ropa típica y hasta yerberías.
Su evolución ha sido notable. Originalmente una central de abasto, con los años se convirtió también en un punto turístico clave, lleno de artesanías, recuerdos y elementos que reflejan la rica tradición local.
Tradición del alacrán en el mercado de Durango
Uno de los principales atractivos del Mercado Gómez Palacio es la temática del alacrán, símbolo característico de Durango. En sus pasillos se pueden encontrar botellas de licor con alacrán, paletas, llaveros, relojes y más objetos decorativos inspirados en este arácnido. Incluso hay un puesto con un terrario donde se pueden ver alacranes vivos.
Desde los años 40, los comerciantes del mercado han sabido convertir la figura del alacrán —que alguna vez causó temor por sus picaduras— en un emblema de identidad y creatividad local.
El Mercado Gómez Palacio no solo es un lugar para comprar; es un viaje sensorial por la historia, cultura y tradiciones de Durango. Es un sitio obligatorio tanto para locales como para turistas que desean explorar la verdadera esencia de la ciudad.