Por: Antonio Gaytán
«México tendrá que desalinizar agua de mar, es una opción ante la sequía progresiva que sufre el país en los últimos años», opinó el director general de la Asociación Mexicana de Secretario de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), Octavio Jurado.
Indicó que el cambio climático ha alterado los patrones meteorológicos, provocando fenómenos extremos, exacerbando la escasez y contaminando las fuentes de suministro del vital líquido, “una realidad que ya nos alcanzó”.
Señaló que es un tema por demás complejo a nivel global: «Está el caso de Johannesburgo, Sudáfrica, que puede ser declarada como la primera ciudad en el mundo que se queda sin agua».
Explicó que en México, actualmente, se ve una crisis en el estado de Nuevo León debido a que se secó la presa La Boca, la cual abastece de agua a la zona metropolitana de Monterrey: «Estamos ante el primer caso del país donde la sociedad urbana presiona al gobernador (Samuel García) para que no dé agua a los agricultores y garantizar el consumo humano».
Explicó que lo que está pasando en Nuevo León pudiera replicarse en otras entidades porque México es de los países con los menores índices en tecnificación del riego.
- El 70% del agua disponible es utilizada para la agricultura, es decir, no tenemos un aprovechamiento eficiente del vital líquido.
Aunado a este rezago, se sufre de índices muy claros de disminución de la precipitación.
En 2021, se hizo un balance y la situación se encuentra ante los índices de lluvia más bajos de los últimos 40 años, análisis que se realizó en tres estados y los resultados fueron devastadores.
Miembros de la AMSDA se han reunido con el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, para inducir un nuevo modelo agroalimentario para México porque se pierden capacidades productivas.
Agregó que la irregularidad de las lluvias ha propiciado pérdida de biodiversidad en suelos, tierras que retienen menos humedad; se trata de un círculo vicioso que afecta el desarrollo de los cultivos.
- «Sufrimos de sequía hidrológica, no hay agua superficial y no hay agua en la parte interior, hay un agotamiento de los mantos friáticos. Algunos le llaman: doble sequía.
El maestro Octavio Jurado recordó que el pasado febrero se celebró una reunión de los secretarios de Desarrollo Rural, de todas las entidades, y el gabinete Agropecuario del Gobierno federal.
Reunión donde se analizó la escasez del agua y los efectos negativos por la guerra en Ucrania, conflicto que ha impactado el costo de fertilizantes y un aumento de precios en alimentos.
Hoy la pregunta es: ¿qué podemos y qué debemos producir en México?
La respuesta es orientar la agricultura a un nuevo padrón de cultivos, donde haya más valor y menos demanda de agua, afortunadamente, México por su diversidad tiene la capacidad de hacerlo.
México debe impulsar, además, una campaña de reforestación en las cuencas altas como la sierra duranguense, donde se cosecha agua, y administrarla correctamente.
Para el ciclo primavera-verano 2022, existen reservas en presas en varios estados, incluyendo Durango, “que no se ven tan mal” y se tienen condiciones para la producción de alimentos.
Sin embargo, preocupa el sector ganadero que demanda agua todos los días y los agostaderos están devastados, con bordos de abrevadero secándose, tema general en el norte del país.
“Debemos hacer un alto, hacer una revisión minuciosa y explorar otras opciones de abastecimiento de agua que van desde atraer agua de mar con desalinizadoras; Sonora lo está haciendo, pero la parte del centro-norte y noroeste del país es donde tenemos más riesgo. El noroeste de Nuevo León es un caso excepcional y hay una gran discusión entre la sociedad urbana y la sociedad rural, de cómo aprovechar el vital líquido”, expresó.
Este análisis fue realizado en el programa Aquí Hay Campo, de Canal 15
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