Por: Brenda Maurer
Aunque hay mujeres que acuden a pedir ayuda a las Unidades de Atención y Protección a Víctimas de Violencia de Género, como la que se encuentra en el fraccionamiento Huizache II, al final no todas se atreven a denunciar formalmente a su agresor, lo anterior motivado por el desconocimiento e incluso porque se sienten señaladas por la sociedad.
“Les da miedo salir de un esquema de familia que la sociedad avala y lo que la gente pueda decir, pero les hacemos ver que siguen siendo una familia, que ellas o ellos pueden porque no necesitan tener un hombre o una mujer, según sea el caso, porque ellos también sufren violencia a su lado”, expuso Laura Alexandra Ramírez Rojas, coordinadora general de dicha unidad.
Detalló que la instancia que dirige se puso en marcha desde febrero del presente año y a la fecha se han atendido mil auxilios, de los cuales el 20 por ciento corresponde a niños, mientras que un 10 por ciento es de hombres, 15 por ciento de adultos mayores y el 45 por ciento corresponde a mujeres víctimas de violencia.
Expuso que en los casos atendidos se observa que la mayoría de los agresores son adictos al consumo de sustancias prohibidas, “entonces lo que estamos trabajando es que quien vive la violencia, ya sea hombre o mujer, esté preparado para salir del entorno y terminar con el ciclo de violencia”.
Ramírez Rojas detalló que los servicios de atención médica, psicológica y jurídica que se brindan en la unidad son gratuitos y se trabaja con ambos sexos, “si no trabajamos con hombres y mujeres nunca terminaremos con la violencia”.