Por: Antonio Gaytán
El puente San Antonio de la carretera Durango-Parral que fue derribado este pasado sábado por las grandes avenidas de agua que bajaron de la sierra por un afluente del río Nazas tenía solo cuatro años de haberse reconstruido, comentó el gobernador José Aispuro, ya que en 2016 una parte de su estructura fue arrastrada por las corrientes, ahora el caudal se lo llevó completo.
Momento de la caída del puente:
Fue en agosto del 2016, cuando se desplomaron los puentes San Antonio y Molino de Cilindros, infraestructura que tardó 10 meses en reconstruirse y reforzarse para soportar las fuertes corrientes en época de lluvias, sin embargo, cuatro años después volvió a caer el puente San Antonio.
- En la reconstrucción de los puentes San Antonio y Molino de Cilindros, se gastaron 20 millones de pesos y se entregaron en julio de 2017.
Cuestionado el gobernador Aispuro Torres sobre una obra de mala calidad que haya sido la causa del nuevo colapso, respondió que hace cuatro años se reconstruyó solo una parte del puente y se dejaron pilares que habían soportado la corriente, en esta ocasión precisa que la fuerza del caudal fue más grande y derrumbó la infraestructura completa.
Este lunes, se contó con la visita del director General de Conservación de Carreteras de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), Salvador Fernández, cuyo dictamen fue colapso de puente por socavación y anunció la elaboración de un proyecto para un nuevo puente.
La reconstrucción tardará meses, pero dada la importancia de la carretera Durango-Parral y lo urgente de abrir el paso vehicular se traerá una estructura provisional, el “puente Bayle” que viene del estado de Jalisco para ser armado e instalado en este tramo en el municipio de Rodeo; se espera esté en operaciones en máximo 15 días.
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