Sustitución racial es el término correcto cuando se saca una raza de ganado adaptada a una región y se trae una raza nueva, por exigencia de los intermediarios del mercado, opinó el doctor Patricio Dayenoff, especialista de Argentina en producción animal.
El doctor en veterinaria participó en el programa ‘Aquí hay Campo’ de Canal 15.
Programa donde señaló que se ha arruinado tanto el ambiente que no hay ni siquiera un árbol donde una vaca o una cabra pueda protegerse del fuerte sol.
Recordó que las cabras y vacas que se tienen en América vinieron de España y tienen 500 años adaptándose a las condiciones ambientales de este continente.
Actualmente, en México y en Argentina, como en el resto de las naciones americanas, hay razas criollas que se adaptan fácilmente a los cambios climáticos, como es la sequía.
Desafortunadamente, por publicidad, propaganda, esnobismo, negocios o corrupción, como quieran llamarle, se están introduciendo razas nuevas de ganado.
Ganado que no tiene capacidad de adaptarse al hábitat donde fueron introducidas y actualmente esta problemática, animales altamente exigentes en cuanto a los recursos, comida y agua, no hay dinero que alcance para mantenerlas vivas y productivas.
Patricio Dayenoff trabajó seis años en el desierto del Neguev en Israel, con beduinos, y entendió a la perfección el manejo del agua.
Destacó que no es lo mismo un animal adaptado a una región que toma agua cada cinco días a una vaca o una cabra de alta producción que requiere 40 litros de agua por día.
El especialista argentino señaló que al cambio ambiental es real, no hay duda, pero hay un montón de actividades que se pueden hacer para mitigarlo, por ejemplo el manejo regenerativo del pastizal natural, una tecnología que existe desde hace décadas.
Un pastizal natural se puede recuperar en un término mediano de tiempo utilizando razas locales que son las perfectamente adaptadas a las circunstancias.
«Hay circunstancias que no podemos manejar como es el clima y la composición del suelo, porque se formó hace millones de años, la vegetación normalmente que crece es en función de las condiciones, lo que nos queda es trabajar con los animales, es el factor donde nosotros podemos incidir de manera positiva», apuntó.
Por lo que refirió que antes de traer razas de otras regiones hay que cuestionarse cuánta agua hay y cuánto alimento, se debe conocer la capacidad de evolución que tiene el ecosistema (agostadero) para manejarlo adecuadamente.
Cada región es diferente, no es lo mismo una zona de mil 400 milímetros de lluvias por año a una zona de 250 milímetros, porque los procesos biológicos transcurren según la humedad.
«Por ejemplo: si usted toma estiércol y la pone en la pampa húmeda de Argentina, donde llueven mil 400 milímetros, gracias las bacterias, hongos y pequeños artrópodos, ese pedazo de materia fecal desaparece en dos o tres meses, ese mismo estiércol lo pone en los desiertos de México, tardará en desaparecer de dos a tres años», detalló.
Refirió que lo mismo pasa con los animales, una vaca o una cabra criolla, adaptada después de 500 años, soporta los cambios de cada región, a diferencia de un animal llamado de raza finas o de alta genética, difícilmente sobrevivirá unas semanas, lo que se hace para mantenerlo se le lleva a los corrales donde se alimenta con maíz y grandes cantidades de agua, es costoso.
Cuestionado entonces sobre los programas de mejoramiento genético impulsados en México y en Durango, con razas de otras regiones, el doctor Patricio Dayenoff reiteró que eso no es mejoramiento genético, sino sustitución racial y se hace por la manipulación de los empresarios, de los intermediarios, que nos dicen que eso es lo mejor.
«A todos nos gustaría traer un Ferrari, pero el tema está en si tengo las condiciones para comprarlo, tengo condiciones para pagar los impuestos, tengo condiciones para el combustible y voy a ver si mis caminos están adaptados para que mi Ferrari pueda andar, ese es el ejemplo más clásico para entender cuando quiero traer un animal de alta producción y lo voy a criar en una zona donde no está adaptado», agregó.
Patricio Dayenoff en Argentina está trabajando con cabras criollas, mejorando su propia genética, sin sustitución racial y está logrando animales con gran peso y carne de calidad, sin la necesidad de sobreexplotar los recursos naturales de la región, una práctica que puede implementarse con el ganado bovino para obtener alimento sano a buenos precios.
Por: Antonio Gaytán
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