Hay una mesa de seguridad donde se informa sobre las denuncias de tala clandestina que sufre la sierra de Durango, respondió el titular de la Semarnat, Román Galán, en relación a las versiones de indígenas del Mezquital.
Habitantes de Santa María de Ocotán denunciaron tala clandestina en su región, robo de madera donde están involucradas empresas y grupos criminales, piden la intervención de los gobiernos, federal y estatal.
El delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) recordó que había una veda desde 1999 en los bosques de Santa María de Ocotán y Xoconostle (Mezquital), prohibición que incitaba al clandestinaje.
A petición de los mismos comuneros a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y después de una revisión de la recuperación del arbolado, además de la presentación de un proyecto, se autorizó la explotación controlada de 30 mil hectáreas para que obtengan ingresos de manera responsable.
Posiblemente esa autorización ha generado problemas entre los mismos comuneros, desacuerdos que hoy son señalados erróneamente como tala clandestina.
Las denuncias de tala clandestina, además del Mezquital, también se tienen reportes en municipios del noroeste de Durango en los limites con el estado de Chihuahua; denuncias que son investigadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
«Es una tarea muy ardua, la Profepa tiene limitaciones de personal pero se están conjuntando las diversas dependencias que tienen que ver con la seguridad», apuntó.
Por: Antonio Gaytán
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