Hasta San Juan del Río llegó Villa con todos sus jinetes; las adelitas lucieron sus vestidos coloridos, y a pesar de los rayos del sol tan aguerridos, la gente disfrutó del recorrido con sombreros, raspados, bolis y agua fría.
El reloj ya marcaba más de la una de la tarde cuando el contingente salió del arco en la entrada a San Juan del Río para desfilar por las calles del centro.
Fue un viaje en el tiempo, retrocediendo a 1910, donde las carrozas y los caballos se veían por todas partes, mujeres con rebozos y faldas coloridas y varones listos para dar su vida por los suyos.
Así llegó Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa, histórico general, siempre a galope en su caballo y rodeado de su ejército, listo para dar la batalla en cualquier momento.
Folclor, música regional, bailables, poesía, gastronomía, artesanías y muchas cosas más vistieron esta ceremonia, que a detalle se preparó para conmemorar el natalicio de quien para algunos es un ídolo y para otros un villano, incluso un héroe que es disputado por dos tierras, Durango, su cuna, y Chihuahua.
San Juan del Río recibió con los brazos abiertos, con sus gorditas, sus pescaditos de nuez, con sus calles llenas de historia y con familias de corazones cálidos y amistosos a familias completas, secretarios y directores del Gobierno del estado para que todos disfrutaran de un paseo dominical lleno de cultura, de historia y de imágenes que se quedan en el corazón, tal como ese gran corazón que es Durango.
Derrama económica
Cabe resaltar que actividades como esta se traducen en una derrama económica muy importante, además de que se fortalece el turismo en la entidad. Esperamos que este viaje en el tiempo sea una experiencia que llegó para quedarse.
Con este viaje celebramos el natalicio del General Villa, mismo que ocurrió el 5 de junio de 1878.
Por: Brenda Maurer
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