Los fuertes vientos del huracán Otis movían los edificios, narró el secretario de Desarrollo Económico (Sedeco) de Durango, Alfredo Herrera Deras, al quedar atrapado en el hotel Palacio Imperial de Acapulco, Guerrero.
En entrevista para Canal 15, el funcionario detalló que este hotel tiene torres grandes de estructuras muy anchas y, por lo tanto, es sorprendente que el viento las moviera.
«Yo estaba en el tercer piso y sentía que se movía, los que estaban en el octavo piso dicen que se movía horrible; es una mole estructural enorme y así lo movía», expresó.
Alfredo Herrera participaba en el XXXV Convención Internacional de Minería, evento que congregó miles de personas de diversos estados y países; personas que estuvieron en riesgo y por lo que, considera que el gobierno, de los tres niveles, fueron ineptos en no prever la fuerza del huracán e irresponsables en no evacuar a tiempo.
El hotel Palacio Imperial fue una de las estructuras que más soportó el impacto del huracán Otis, sus fuertes vientos destruyeron palapas, domos y palmeras; en los pasillos cayeron plafones y entró el agua, pero los cuartos lograron mantenerse sin daños.
Durante las horas que duró el huracán, fueron minutos que se hicieron eternos, les llevaron agua y alimento a los huéspedes; pero había mucha incertidumbre porque se perdió comunicación y no había manera de hablar con las familias para decir que estaban bien, y tampoco sabían qué estaba pasando afuera del hotel.
Cuando amaneció, el secretario Herrera Deras bajó y encontró a mujeres llorando, desesperadas, y los hombres sin saber que hacer, no había energía eléctrica y no funcionaban los teléfonos; no se sabía si habría ayuda de las autoridades porque nadie acudió durante todo ese tiempo a informales.
¿Cómo logró salir de Acapulco y regresar a Durango?
Horas después, Alfredo Herrera tuvo contacto con Francisco Alanís, un amigo también de Durango, que estaba en una torre de departamentos que quedo destruido.
Acordaron evaluar la situación porque las calles se volvieron peligrosas, había asaltos a los turistas, y se reportaban saqueos a hoteles, departamentos y centros comerciales.
«Había temor que llegará el crimen organizado a los hoteles, con sus armas a asaltar y eso se empezó a manejar porque se desató la rapiña, el saqueo a comercios», agregó.
Afortunadamente, el vehículo de Francisco Alanís tenía gasolina y decidieron viajar a Chilpancingo, Guerrero; lograron llegar a la ciudad y cargar más combustible para trasladarse a la Ciudad de México, donde tomaron un vuelo a la ciudad de Durango.
- Un dato interesante sobre la fuerza del viento, desde 2007, expertos en cambio climático, previeron futuros escenarios meteorológicos en los que los huracanes adquirirán mayor intensidad y el investigador Neftalí Rodríguez Cuevas, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), planteaba verificar las normas de construcción para prevenir riesgos estructurales.
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Por: Antonio Gaytán