**Importante avance en la dignificación de las Personas Privadas de su Libertad.

**Actualmente en el Cereso Número uno se imparte educación en todos sus niveles; desde primaria hasta posgrado.

**Gracias a los programas de reinserción, se ha logrado una de las cifras más bajas en reincidencia, de entre el 6 y 7%.

**Especial atención para brindar educación, salud y alimentación digna, así como capacitación para el trabajo, autoempleo, promoción de la cultura y deporte.

Durango, Dgo.- Lejos de aquel 1909, cuando prácticamente inició el penitenciarismo en Durango, y del año l 1971, que es cuando nace el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 1 de la capital duranguense, que contaba con servicios suficientes para su época, hoy en día el Sistema Penitenciario en nuestra entidad ofrece, además de la garantía del respeto a los derechos humanos, una infraestructura en los diferentes centros penitenciarios de la entidad, favorable para una buena reinserción y una baja reincidencia.

Mediante un comunicado emitido por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se informa lo anterior y agrega que el Lic. Gustavo Rivera Ramos, director del Cereso  Uno, indica que gracias a la visión que ha tenido el titular de la SSP, Francisco Javier Castrellón Garza, actualmente el centro penitenciario cuenta con las herramientas, tanto en recurso humano como en infraestructura, para brindar a las Personas Privadas de su Libertad (PPL) diversas actividades y programas en su beneficio, con el fin de  que puedan incorporarse a la sociedad cuando termine su condena, que a su vez, mantendrá la baja reincidencia en el estado de Durango.

En la actualidad, se tiene entre un 6 y 7% de reincidencia, una cifra baja que ha sido producto del buen trabajo de reinserción que se lleva en los penales de Durango, como lo es el Centro Especializado de Reintegración y Tratamiento para Menores Infractores (CERTMI), el ya mencionado Cereso 1, y los centros Distritales de Reinserción Social: Cedireso de El Salto y Cedireso de Santiago Papasquiaro.

Historia

En 1909, de acuerdo con lo narrado por Rivera Ramos, se puso en marcha “La Penitenciaría de Durango”, una cárcel ubicada en la esquina de la avenida 20 de Noviembre y Carlos León de la Peña  , que abarcaba toda la manzana,  es decir,  por calle Apartado, hoy Miguel de Cervantes Saavedra y Negrete,  donde hoy se encuentra el Hotel Gobernador, sin que en ese tiempo existiera alguna declaración de los Derechos Humanos, situación que constantemente violaba las garantías individuales de los entonces llamados reos o presos, y que eran cuidados por los llamados celadores.

Al paso del tiempo se abrió la Correccional de Durango, ubicada en la calle Volantín, en el barrio de Analco, donde albergaban a menores de edad y a sexoservidoras que cometían algún delito.

Fue hasta 1971 cuando se implementó un Sistema Penitenciario, que aunque carecía de muchas atenciones para los ahí detenidos, existía un trato mejor gracias a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dejando atrás el nombre de presos o reos, para llamarlos internos.

El 9 de junio de ese 1971 entró en funciones el Cereso  Uno  en la ciudad de Durango, con 500 personas privadas de su libertad que se encontraban en La Penitenciaría anteriormente mencionada.

Las instalaciones de dicho centro penitenciario poco a poco y hasta la fecha, han ido mejorando en infraestructura, edificándose naves industriales, áreas deportivas y de recreación, iglesias, talleres y torres de vigilancia, entre otras áreas.

Época actual

Después de 1909 y de 1971, se registra una tercera etapa significativa para Durango, en el 2016, con Ley Federal de Ejecución Penal, cuando la actual Administración de Gobierno Estatal, encabezada por el Doctor José Rosas Aispuro Torres, perfila todas sus acciones en la dignificación de las Personas Privadas de su Libertad.

En cuanto a la terminología se realizaron varias modificaciones con miras a mantener ese respeto a la dignidad de las personas, se dejó atrás la palabra reos, presos e internos,  para convertirse en Personas Privadas de su Libertad, dejaron de llamarse celdas para convertirse en dormitorios, ya no se llamarían celadores ni carceleros, ni custodios ni guardias, ahora son Policías Penitenciarios.

En cuanto a la atención a las personas, se implementaron y/o se mejoraron los programas de reinserción de los que sobresalieron cinco pilares como base del respeto a los Derechos Humanos: educación digna, servicios de salud digna, alimentación digna, capacitación para el trabajo, derecho al trabajo y autoempleo, así como el derecho a la cultura y deporte.

Con estas acciones se ha logrado que el Cereso Uno  tenga activos todos los niveles de educación; básica con apoyo del IDEA, secundaria y preparatoria por parte del Cecyted,  así como profesional y posgrado a través de una escuela particular.

En lo que se refiere a Cultura, se han realizado encuentros internacionales de escritores, así como cursos constantes de lectura y escritura, teatro y pintura, entre otros.

Se cuenta con programas para el tratamiento de las adicciones, para la rehabilitación de las personas que ingresan con alguna enfermedad de este tipo, así como con una clínica y personal médico profesional.

También se tiene especial atención, como lo ordena la Ley, en los diferentes grupos vulnerables como Indígenas, personas de la tercera edad y mujeres, además de brindar el derecho al libre culto, contando con tres templos, uno de ellos católico y dos cristianos.

En relación al personal operativo que labora en los centros penitenciarios, más del 50% cuentan con el Certificado Único Policial (CUP) y se está en proceso para que en los próximos meses el total de los policías penitenciarios tengan esa certificación.

Finalmente, Rivera ramos comentó que a pesar de que existe una sobrepoblación del 100% es de reconocerse el trabajo que se está haciendo por parte de las autoridades, pues en la actual administración no se tiene reportado ningún problema grave en el interior de los centros, se mantiene la gobernabilidad y seguramente, en los próximos meses cuando entre en funciones el nuevo Cereso, se lograr  mejores resultados al abatir la sobrepoblación.