Tlahualilo, Durango.- Juan Antonio de la Cerda Hernández, era el nombre del que el día 7 de diciembre fue encontrado semidevorado por perros y zopilotes en terrenos de este municipio.

Como se lo dimos a conocer con toda oportunidad, fue durante la mañana del lunes, cuando unas personas que transitaban del poblado Pompeya hacia Jauja, de este municipio, hicieron el macabro hallazgo y luego procedieron a dar aviso a las autoridades de Tlahualilo.

Sobre este caso, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que el cadáver tiene una estatura aproximada de 1.70 metros, tez morena, complexión delgada y cabello corto color negro, no siendo valorable su rostro debido a las lesiones por fauna silvestre.

Para realizarle los estudios antropológicos y de genética que ayudarían a obtener su identidad, los restos humanos fueron trasladados al anfiteatro de la Vicefiscalía de la Laguna, ubicada en Ciudad Lerdo, Durango, donde al revisarlos, le localizaron una herida causada con arma blanca en el pecho.

Desde entonces, el cuerpo permanecía en el anfiteatro, hasta que la tarde del miércoles, se presentó ante el Agente del Ministerio Público el señor Juan Antonio de la Cerda Salazar, de 57 años, vecino de Francisco I. Madero, Coahuila, para  solicitar le mostraran  el cuerpo encontrado, ya que a su hijo que era adicto a la droga no lo veían desde el día 5, cuando salió por la tarde de su domicilio ubicado en el poblado Jauja, rumbo a la plaza del lugar.

Al mirarlo, inmediatamente el señor  reconoció el cuerpo como el de su hijo Juan Antonio de la Cerda Hernández, quien tenía 36 años de edad, enseguida le informaron que antes de que lo atacaran los animales, fue asesinado de una puñalada en el pecho.

¿Crees que  la puñalada se la dieron por problemas de droga?