Por: Pilar Aguilar

Dicen los expertos que el mayor número de abusos sexuales contra menores de edad se comete en el seno familiar y el caso que manejamos en nota aparte en esta edición es una prueba de ello, del que por cierto, nos parece que es muy poca la sentencia que el Juez le dictó al abuelo que prácticamente le echó a perder la vida a su nieta de apenas seis años de edad. Doce años con siete meses de prisión por acabar con la inocencia de una pequeña, por dejarla marcada para el resto de su vida, por terminar de tajo con sus ilusiones y sus sueños, la verdad se nos hace que no es un castigo corporal ejemplar para Tereso Carvajal Fernández, que a sus 56 años de vida, cometió el incalificable delito… En la edición anterior de este medio de comunicación le dimos a conocer del caso de una mujer de 72 años de edad que el día primero de este mes cayó al suelo y la que falleció en el Hospital 450. Ella se llamaba María Antonia Meza Marchán contaba con 72 años de edad, radicaba en la colonia El Saltito y fue en calles de ese asentamiento, cuando al caminar tropezó, se precipitó al piso, quedó inconsciente, fue llevada, primero a la Cruz Roja y cinco días posteriores al Hospital 450, donde a pesar del esfuerzo que hicieron los doctores, pasó a mejor vida el día 10. Casos como éste y lo hemos comentado varias veces, ocurren muy frecuentemente a lo largo y ancho del territorio duranguense, ante el descuido que para los adultos mayores tienen sus familiares, por lo que sería bueno que las autoridades hicieran algo al respecto. Y es que si los hijos por amor o en agradecimiento al haberles dado la vida, mantenerlos, formarlos y proporcionarles estudio, no procuran su bienestar ahora que ya casi no se pueden valer por sí mismos, alguna autoridad debe hacer algo por protegerlos, para evitar que sigan muriendo al caer de su propia altura, atropellados por vehículo o quemados, como el matrimonio de Lerdo, Durango… Cuatro accidentes  ocurridos en esta ciudad entre la mañana y tarde del jueves, dejaron solamente pérdidas económicas. El primero fue a las 06:50 horas en el crucero de las avenidas Lázaro Cárdenas y Enrique Carrola Antuna, cuando al invadir carril un automóvil marca GMC, tipo Cavalier, modelo 1997, color azul, que era conducido en segundo grado de ebriedad por  Janeth, de 28 años, chocó contra otro marca Peugeot, tipo 301, modelo 2018, color blanco, que manejaba el señor Víctor Manuel, de 48 años… El segundo fue a las 10:40 horas en calle González de la Vega y Tercera Postal, de la colonia Insurgentes, donde un automóvil marca Kia, Forte, modelo 2010, colores blanco con verde, conducido por el señor Miguel Ángel, de 57 años de edad, colisiona con otro marca Renault, línea Duster, modelo 2018, manejado por la señora Sandra Elena, de 51 años… Una hora y 20 minutos después, en el bulevar Dolores del Río y calle Tule, de la colonia Azcapotzalco, un autobús de los anaranjados, marca Dina, modelo 1993, conducido por quien dijo llamarse José Adrián, de 18 años, se impacta en la parte posterior de una camioneta marca Chevrolet, Pick-up, modelo 1994, color rojo, manejada por el señor José Saúl, de 44 años… El cuarto fue en la confluencia de las calles 5 de Febrero y Porras, cuando al pasarse la señal de alto un taxi marca Dodge, línea I-10, modelo 2013, colores verde con blanco, conducido por Eleuterio, de 36 años, colisiona con un automóvil marca Nissan, March, modelo 2018, color Plata, que manejaba la joven Mariana, de 28 años… Si Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.