Si en el Vaticano investigaron y juzgaron a un cardenal por corrupto y ratero, contimás a un simple mortal como Aispuro
03/01/2024 - Hace 11 meses en DurangoSi en el Vaticano investigaron y juzgaron a un cardenal por corrupto y ratero, contimás a un simple mortal como Aispuro
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
El cardenal Angelo Becciu, una vez uno de los hombres más poderosos de la Curia, fue sentado en el banquillo de los acusados enfrentando acusaciones de corrupción y malversación de fondos, entre otros. El histórico proceso empezó durante el mes de julio en una sala especialmente habilitada del Museo Vaticano, a puerta cerrada y solo con la presencia de algunos periodistas. Además de Becciu, también se acusó a nueve personas más. El proceso buscaba esclarecer si los acusados invirtieron de manera fraudulenta unos 350 millones de euros en 2013 en un edificio de Londres con fondos del Óbolo de San Pedro, que guarda donaciones para financiar obras de caridad. La compra de este edificio, que se dio por un precio superior a su valor habitual, podría entrañar delitos de corrupción, malversación de fondos, blanqueo de dinero, extorsión, fraude y abuso de poder, delitos por cierto iguales o similares a los que cometió el exdepredador, perdón, el exgobernador de Durango, un simple mortal de nombre José Rosas Aispuro Torres.
El escándalo se destapó en 2019, cuando los medios italianos descubrieron que el Vaticano había suspendido de empleo a varios funcionarios vaticanos tras detectar graves indicios de corrupción. En Durango sucedió algo parecido, pues las acusaciones de malversación de recursos y actos de corrupción fueron evidentes desde el principio del desgobierno del simple mortal nacido en el municipio de Tamazula. Todo comenzó desde la alteración de facturas en el Festival Revueltas 2018, cuando en el Instituto de Cultura se pagaron sobreprecios a los artistas que vinieron a cantarnos a los duranguenses y de ahí para delante la corrupción no paró.
Entre las demás personas enjuiciadas está también René Brülhart, expresidente de la Autoridad Financiera Vaticana. Este abogado laico, el primero en ocupar el puesto, fue acusado de abuso de poder y se sospecha que no impidió que se pagara comisiones a unos brókers que participaron en la operación de fraude inmobiliario. Pues resulta que hace unos días durante la segunda quincena de diciembre, el tribunal penal del Vaticano condenó en primera instancia al cardenal italiano de alto rango a cinco años y medio de prisión por fraude. Becciu, exnúmero dos de la Secretaría de Estado, principal órgano del Gobierno central de la Santa Sede, conservará su título de cardenal, pero fue destituido de todas sus funciones en septiembre de 2020. Becciu es el hombre de más rango enjuiciado en la historia del Vaticano.
Meses antes de que terminara el mal Gobierno del simple mortalillo de apellido Aispuro Torres, todos nos dimos cuenta que no le entregó participaciones a la UJED, también nos dimos cuenta que un puñado de presidentes municipales pazguatos de algunos ayuntamientos del estado vinieron a Durango a pedir, casi a suplicar, que el Gobierno del estado les entregara sus participaciones mensuales, cosa que nunca sucedió y se regresaron a sus ranchos con las manos vacías y la cabeza agabachada. Resulta que un pintoresco personaje, también un simple mortal de sobrenombre el Totoy, desde luego en contubernio con su jefe, el mortalillo Aspuro Torres, dispusieron de dinero a manos llenas, dejaron de pagar participaciones y muchas corruptelas más.
El tribunal explicó que había declarado culpable de malversación de fondos a Becciu porque había ordenado pagar entre 2013 y 2014 un total de 200 millones de dólares de los fondos de la Secretaría de Estado a un fondo de inversión «altamente especulativo». El tribunal también declaró culpable al cardenal de haber pagado 125 mil euros (unos 136 mil dólares) a una cooperativa gestionada por su hermano, así como de haber pagado otros 570 mil euros (622 mil dólares) a un intermediario por la liberación de una monja rehén en África, pero que nunca sirvieron para lograr este objetivo. Toda una fichita resultó el cardenal, pero fue descubierto y va a ir a parar a la cárcel. De manera que, si en el Vaticano un individuo que tenía posibilidades de ser ungido como sumo pontífice va a parar en el bote por corrupto y fraudulento, contimás un simple mortalillo como José Rosas Aispuro Torres, que tiene las mismas mañas que el cardenal Angelo Becciu.
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