Por: Adrián Esquivel
Pueblo Nuevo, Durango.- El paraje conocido como Espinazo del Diablo, en la carretera Durango-Mazatlán, es la joya de la corona de la Carrera Panamericana, por ser un tramo de retos y donde se definen los primeros lugares, dijo Eduardo León, presidente del evento.
A pesar de que hay muchos tramos complicados y trayectos de competencia, uno de los principales y más anhelados por los competidores es esta parte de la Sierra Madre Occidental, reiteró el entrevistado.
En esta ocasión la carrera incluyó más a la mancha urbana, ya que ingresó hasta la gasolinera que se encuentra frente al Hospital Regional, en El Salto. Ahí revisaron los autos para retomar el tramo de competencia , expuso.
Destacó que estas actividades son totalmente gratuitas para los espectadores y esperan continuar con la organización de la Panamericana, en beneficio de los habitantes de las comunidades y ciudades por donde pasa.
«Ya que es una derrama económica considerable y promoción turística por parte de todos los competidores que vienen de distintas partes del mundo», expuso Eduardo León.
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