En otoño, por las condiciones climáticas se tiene un efecto negativo sobre nuestro cuerpo, por lo que hay más personas deprimidas; sin embargo, baja el índice de depresión por la temporada primavera.
De hecho, esta época registra un elevado número de personas que realizan más actividades recreativas, mismas que ayudan a la salud física y mental de la persona.
Mucha gente se vuelve especialmente sensible al otoño, donde su ánimo y su humor empeoran, y es cuando entra la depresión.
Estas dos hormonas resultan claves tanto en el sueño, como en la energía, la alimentación o el estado de ánimo.
Pero ahora por las condiciones climatológicas, las personas tienen más energía y ánimo, lo cual evita que se depriman.