Guadalupe Victoria, Durango.- Es temporada de parvas, de trillar o de levantar la cosecha en nuestra zona, y aunque las circunstancias han mermado la producción agrícola en los últimos años, hoy queremos resaltar el trabajo, el empeño y la fe de quienes año con año mantienen viva esta actividad que le da identidad a nuestra región llanera.
A ti agricultor que solo sabes la pasión y el amor que sientes por la tierra, actividad que se ha hecho parte de ti y tu trabajo es fuente de inspiración propia y le da sentido a tu vida.
Aunque las personas o los efectos del clima mermen tu ánimo y esperanza, tu fe sigue siendo inquebrantable, principalmente a ti, amigo agricultor de temporal, que estás sujeto a las variantes del clima.
Solo tú sabes el sacrificio que implica esta labor, la cual mantiene activa la economía de la región y del país, actividad que lleva el alimento básico a muchos hogares y que es una de las pocas actividades productivas de la nación, elemento importante que la sociedad en general olvidamos.
Solo tu conoces los gastos e inversiones que representa esta actividad, desde el gasto del combustible, la maquinaria y sus servicios, los fertilizantes, los agroquímicos, el traslado, la semilla, la mano de obra y, sobre todo, la labor bajo el sol, la lluvia, el viento, la noche, malpasadas, el lidiar con la incertidumbre de que todo saldrá bien e, incluso, la frustración de alguna inclemencia climática, e importante resaltar que muchos trabajan solos, inclusive, algunos son adultos mayores.
En breves palabras, mi reflexión es traducida a un gracias por el esfuerzo, por tu contribución económica y alimenticia, pero, sobre todo, por ser testimonio vivo de perseverancia, persistencia y fe, cualidades que son dignas de reconocimiento.
Finalmente, amigo agricultor, no olvidemos siempre agradecer por las bondades del creador pues es la llave que nos da la fuerza, el ánimo y la alegría de iniciar y luchar en un nuevo día.
Por: Edsson Zamarripa