Guadalupe Victoria, Durango. La explotación sexual infantil, ocurre cuando un grupo de personas o una persona involucra a niñas, niños o adolescentes en actos sexuales para satisfacción propia o de otras personas, a cambio de cualquier tipo de beneficio, ya sea, dinero, protección o regalos, informó Omar Said Perez Solorzano, jurídico del sistema DIF municipal.
«Es un delito, por que los menores no tienen el conocimiento, la edad, ni la madurez necesaria para realizar y tener acciones sexogenitales. Es una grave violación a los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, y una forma de explotación económica análoga a la esclavitud y al trabajo forzoso», indicó.
Señaló que este abuso, se puede dar de manera forzada desde un principio, pero también se puede ocasionar por medio de un familiar o cercano que compre objetos o prometa acciones a los menores, a cambio de satisfacción sexual, incluso aprovecharse de su inocencia, para hacerles ver que la acción realizada es normal.
La violencia sexual, repercute profundamente en la salud física y emocional del menor; al igual que las lesiones, se asocia a un mayor riesgo de diversos problemas sexuales y reproductivos con consecuencias que se manifiestan, tanto de forma inmediata, como muchos años después de la agresión. Dentro de las secuelas del abuso sexual infantil, se encuentran consecuencias como: sentimientos de tristeza y desamparo, cambios bruscos de estado de ánimo, irritabilidad y rebeldía, vergüenza y culpa, ansiedad, miedo generalizado, baja autoestima, rechazo del propio cuerpo, bajo rendimiento escolar, dificultades de atención y concentración, conductas agresivas, rechazo a figuras adultas, consumo de drogas o alcohol, huidas del hogar, conductas autolesivas o suicidas.
Ante esta terrible realidad, es importante que madres, padres y tutores, identifiquen algunas recomendaciones para prevenir la violencia sexual infantil:
- La comunicación familiar es la mejor forma de prevención: dedica tiempo para comunicarte con niñas, niños y adolescentes, lo que generará un ambiente de confianza, para que así, puedan pedir ayuda en caso de sentirse en peligro.
- Enséñales a decir “no”: Es necesario enseñarles que hay zonas de su cuerpo que solo pueden tocar ellas y ellos, así como que no están en obligación de tocar el cuerpo de otra persona. Un límite fácil de recordar es la ropa interior.
- Secretos buenos y malos: crea un clima de confianza y enséñales que un secreto que les preocupa, les hace sentir incomodidad o les asuste, no debe mantenerse en silencio.
- Enseñarles los riesgos que existen a través de internet y redes sociales: Es importante que les alertemos sobre la falsa identidad de algunas personas que les contacten, porque pueden aprovecharse y tener intención de hacerles daño.
- No dejarles solas o solos nunca: Explicarles que no se deben aceptar regalos ni favores de personas desconocidas; que no se deben abrir puertas a personas extrañas; además, es necesario conocer a sus amistades y las personas con las que pasan su tiempo.
- No poner en duda su palabra: Cuando nos dicen que han sufrido violencia o abuso sexual. Para ella o él significa un gran esfuerzo, porque se sienten mal, por eso, hay que reconocerles como personas valientes al hablar sobre lo que les ha ocurrido y hacerles saber que mamá o papá van a hacer lo posible para protegerles.
Por: Edsson Zamarripa