En los últimos días una imagen del Papa Francisco ha aparecido en internet. En esta se puede ver al máximo pontífice caminando con una enorme chamarra color blanco por alguna calle del Vaticano. Otra serie de imágenes muestran al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, siendo arrestado en las calles de Nueva York. Lo más sorprendente de todo esto es que todas esas imágenes no son reales, fueron hechas con inteligencia artificial.

Las «fotografías» de Trump y el Papa solamente son un ejemplo de las capacidades que poseen las IA como MidJourney o Dall-E 2. Desde el año pasado, esta tecnología ha tomado por sorpresa a todos, ocasionando una revolución en muchos aspectos, pero también mucha desinformación. Es normal que a más de uno estas imágenes nos hayan tomado por sorpresa y será un efecto secundario al que tenemos que acostumbrarnos.

Pero, si esta será la norma, ¿cómo podremos diferenciar entre lo real y lo generado por inteligencia artificial? Si bien, esto es complicado, ya hay algunas formas de distinguir entre algo real y creaciones hechas por máquinas. Aquí te contamos algunos puntos que te pueden ayudar la próxima vez que dudes sobre la veracidad de una imagen.

Los detalles importan

Algo que las IA todavía no dominan del todo es la capacidad de fijarse en los detalles. Si bien, hay avances con cada nueva versión, tomará un tiempo hasta que consigan recrear todos los detalles de un objeto. Una de las mejores estrategias cuando dudes de una imagen es hacerle ‘zoom’ y fijarte en ciertos elementos.

La textura de la ropa, los accesorios u objetos son buenos puntos de referencia. Tomando de ejemplo la imagen del Papa, si te fijas detalladamente en la cruz que lleva en el cuello y la lata de refresco que sostiene, verás que no lucen muy reales.

La anatomía irregular

Mucho se ha hecho broma sobre la incapacidad de la IA en mantener una anatomía coherente en sus creaciones. Desde manos con dedos de sobra, ojos que cambian de color y filas extra de dientes son algunos de los errores más comunes.

Al igual que el caso anterior, con cada actualización, la inteligencia artificial refina su capacidad de hacer partes del cuerpo. Aun así, no es perfecta y todavía puede cometer errores que, con unos minutos de observación, serán muy fáciles de localizar.

Siempre comprara las imágenes

Una de las ventajas de vivir en una sociedad en la que todos cuentan con un teléfono inteligente, es que eventos importantes son captados desde diferentes ángulos. Por ejemplo, las imágenes del supuesto arresto de Donald Trump no solo tendrían fotos. Un evento así de importante tendría a miles de personas captando con sus dispositivos en transmisiones en vivo, videos y audios.

Hasta ahora, las IA no son capaces de replicar la interacción de toda una comunidad ante un hecho para hacerlo más creíble. Aunque tampoco hay que confiarnos, ya que la velocidad de su desarrollo podría alcanzar estos niveles en tan solo unos años.

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