El problema no es tu motivación, es tu herida
12/08/2022 - Hace 2 años en InternacionalEl problema no es tu motivación, es tu herida
El daño de ignorar la herida se vuelve casi tan sustancial como la rotura original.
Los sobrevivientes se infectan la herida con creencias negativas sobre sí mismos, sus habilidades y el mundo.
Se ven abrumados por mecanismos de afrontamiento desadaptativos como el uso de sustancias, las autolesiones o los trastornos alimentarios.
La creencia de que están rotos o no son amados se ve exacerbada por la depresión, la ansiedad y un sistema nervioso hiperactivo. Como resultado, se aíslan y se apagan.
Están atrapados en la creencia de que son incapaces de lograr sus sueños.
Incapaces de ver las limitaciones reales y válidas del trauma, deciden que estos fracasos se deben a características personales e inmutables.
Los sobrevivientes hacen la suposición perjudicial de que su falta de logros, felicidad y éxito es prueba de su deficiencia. Más bien, es una prueba de sus heridas.
Si te ves a ti mismo en estas palabras, tómate un momento para considerar qué heridas estás ignorando.
Esas cosas que te has dicho a ti mismo que simplemente deberías ‘superar’ o ‘no eran gran cosa’ pueden ser, de hecho, lo que te impide hacer lo que más deseas.
Tal vez al leer este artículo, esperabas renovar tu motivación o esforzarte aún más. Por favor, deja de correr, siéntate un momento y mira tus heridas.
Puedes correr el maratón. Solo necesitas curar la pierna rota primero.