Los halagos son una forma común de reconocimiento, pero no siempre son bien recibidos. Aunque se dicen con buenas intenciones, pueden causar incomodidad.

La manera en que los percibimos depende de factores emocionales y psicológicos, como nuestra autoestima y el entorno social.

La influencia de la autoestima en la recepción de halagos

La autoestima es clave en cómo recibimos los cumplidos. Las personas con baja autoestima suelen sentirse incómodas al recibir elogios, ya que no coinciden con su percepción de sí mismas. Este choque interno, conocido como disonancia cognitiva, puede generar tensión. Como resultado, algunas personas desvían o restan importancia a los halagos para aliviar ese malestar.

El psicólogo Guy Winch explica que, para quienes tienen una visión negativa de sí mismos, los elogios pueden generar miedo a no cumplir con las expectativas. Aquellos que se sienten poco atractivos o capaces temen que el elogio sea solo temporal antes de una decepción futura, lo que también causa incomodidad.

La sorpresa de recibir un cumplido inesperado también juega un papel importante. Según el libro Surprise, los elogios pueden causar una serie de reacciones emocionales, como sorpresa, búsqueda de explicaciones, cambio de perspectiva y compartir la experiencia. Este proceso puede dificultar la aceptación del elogio.

Además de la autoestima, factores culturales y sociales influyen en cómo percibimos los halagos. Por ejemplo, en muchas culturas, se enseña a las mujeres a ser modestas y a poner las necesidades de los demás primero. Esto puede hacer que los elogios se perciban como una presión para cumplir con estándares de perfección, lo que también genera incomodidad.

Cómo aceptar los elogios de manera positiva

A pesar de la incomodidad inicial, se puede aprender a gestionar los elogios de forma positiva. Reflexionar sobre lo recibido y permitir que el reconocimiento se asiente puede ayudar a superar las reacciones automáticas y fomentar un sentido de aprecio mutuo. Aceptar los cumplidos genuinamente no solo beneficia a quien los recibe, sino que también fortalece las relaciones, mejora la autoestima y supera barreras emocionales.

Expertos aseguran que un elogio sincero puede fortalecer las relaciones interpersonales. Reflexionar sobre ellos y permitir que impacten positivamente puede mejorar tanto nuestra relación con los demás como con nosotros mismos.

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