Washington, Estados Unidos.- La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional reveló resultados preliminares de investigación con noticias aparentemente optimistas para el verano: en las pruebas de laboratorio de la agencia, el Coronavirus murió más rápido en condiciones más soleadas, más cálidas y más húmedas.

El nuevo análisis, que aún no se ha publicado en su totalidad, fue la base de la extraña sugerencia del presidente Donald Trump de traer «luz dentro del cuerpo» como una forma de tratar una infección. Pero los nuevos hallazgos también son consistentes con un número creciente de experimentos de laboratorio y modelos que sugieren un vínculo entre la viabilidad del virus y la «estacionalidad», o las condiciones climáticas y climáticas.

Esto se ha convertido en una idea popular, impulsada en parte por afirmaciones de mandatarios como Trump de que el virus «desaparecería» en los meses más cálidos «como un milagro».

Según los resultados de una nueva encuesta del Centro de Investigación Pew, 22 por ciento de aproximadamente 10 mil adultos estadounidenses encuestados en abril dijeron haber escuchado que el virus desaparecería en verano y por climas más cálidos.

Pero los científicos advierten que es poco probable que suceda. «No esperen milagros», dijo Roger Shapiro, profesor asociado de inmunología y enfermedades infecciosas en la Universidad de Harvard.

Si bien los vínculos con la estacionalidad son prometedores, Shapiro y otros científicos enfatizan que la enfermedad ya se ha propagado en todo el mundo, independientemente del clima cálido y que gran parte de la población sigue siendo vulnerable a la infección.

«Espero que las variables climáticas y climáticas reduzcan la transmisión de este patógeno», dijo Jesse Bell, un experto en salud climática de la Universidad de Nebraska que está estudiando este tema. Pero agregó: «No apostaría ningún dinero».

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