En la ciudad de Copenhague en Dinamarca, existe una biblioteca humana, en la cual no se pide prestado un libro, sino una persona, quienes contarán su vida y sus experiencias.

Este proyecto tiene por objetivo fomentar la compresión, de igual manera, busca ayudar  a los ciudadanos a eliminar sus prejuicios. Así lo explicó Ronni Abergel, quien creó la biblioteca humana en el 2000 durante el  festival de música de Roskilde.

Luego de ello, fundó una organización sin ánimo de lucro, lo cual ha permitido que este proyecto llegue más de 70 país en el mundo.

«Una lectura es realmente una conversación. En la mayoría de los casos, las conversaciones fluyen con soltura y facilidad y suelen celebrarse en un entorno tranquilo como una biblioteca municipal», explicó.

En la biblioteca humana, los asistentes piden «prestada» una persona, quien les hablará de su vida y experiencias de manera personal o en pequeños grupos, durante 30 minutos.

Por el momento, se cuenta con ocho «libros», uno de ellos es «Iben», de 46 años, quien sufrió de abuso sexual. Por otro lado, esta «Anders Fransen», de 36 años, él padece ceguera y discapacidad auditiva.

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Foto: AFP