Retro – Hoy revisitamos ‘Goat Simulator’
Goat Simulator Los inicios de la década pasada fueron muy extraños para el videojuego. Hubo algo a inicios de la década del 2010 que simplemente sacó la genialidad -o absurdez- en los desarrolladores de videojuegos. Puede que haya sido la amenaza del fin del mundo en 2012 o quizá es que las cabras estaban de moda, porque de otra forma no puedo explicar la existencia de Goat Simulator.
Este peculiar juego debutó en el año 2014 como una especia de broma por el estudio Coffee Stain. Hablamos de una época donde los youtbers de videojuegos y los Let’s Play eran el santo grial de la plataforma de videos. Por este motivo, muchos experimentos raros llegaban a ser virales, más por ver a alguien jugarlo que por experimentar el juego de primera mano.
Eso le sucedió al Goat Simulator, un juego con una premisa muy sencilla: sé una cabra con todo lo que eso conlleva. Aunque suene a tontería, se convirtió en uno de los juegos más populares de ese año y muchísima gente disfrutó de un buen rato jugando como una cabra.
Todo sea dicho, aunque suena absurdo, el estudio responsable entendió lo que tenía que hacer. Crear un enorme patio de juegos que deje al jugador hacer lo que le plazca mientras maneja a una cabra con serios problemas temperamentales.
La jugabilidad era algo tosca y más pronto que tarde te quedabas sin cosas que hacer. Pero, agarrando el juego en sesiones cortas y buscando por ahí, casi siempre había alguna sorpresa o interacción rara con las físicas que daba algunas risas.
Sorprendentemente, el público se desbocó tanto en el concepto que podríamos decir que el género ‘simulator’ tuvo su época dorada. Desde vacas, hasta una rebanada de pan o un ganso que fastidia el vecindario.
Incluso más sorprendente es que el Goat Simulator llegara hasta una tercera entrega, la cual está disponible a partir del día de hoy para consolas de nueva generación y PC.
