Retro – Pokémon Blanco/Negro: Un riesgo necesario
El lanzamiento de Pokémon Escarlata y Púrpura ha sido todo menos irrelevante. Ya sea por su calidad de salida, sus exagerados bugs o sus millonarias ganancias, el título ha dado de que hablar.
Parte de la discusión, una muy pequeña, ha dado un giro interesante en la nostalgia. Y es que es curioso, porque con cada nueva entrega de Pokémon se cumple aquel dicho que reza: uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Bajo esta premisa, muchos fanáticos de la saga han comenzado a fantasear sobre el pasado glorioso de la quinta generación. Aquella que muchos renegaron en su tiempo y que ahora recuerdan con especial cariño.
Pero ¿qué hizo tan especial a Pokémon Blanco y Negro? La respuesta, aunque compleja en sus aristas, se puede resumir en un término: riesgos.
Pokémon es una de esas franquicias repetitivas. Todas sus mecánicas sistemas y núcleo del juego han permanecido casi igual desde su primer juego. Si algo no está roto, no lo muevas; dice otra frase. Y esto es algo cierto en esta franquicia, al menos hasta la quinta generación.
Lanzada en 2011, estos títulos salieron para la Nintendo DS y su atrevimiento fue total. Reelaboraron la estética del título, abandonando el diseño habitual de Game Boy Advance y su continuación en la DS. Un cambio de diseño que también nos dio criaturas desde lo simplista hasta algunos de los diseños más bellos de la franquicia.
El gameplay dio un salto, añadiendo nuevos estilos de combate que rompían el esquema clásico. El apartado RPG también recibió una mejora considerable, dando paso a pequeñas escenas que te adentraban al mundo.
Y, por supuesto, la historia. Si algo se recuerda con sumo cariño de estos juegos es la historia. Aunque en retrospectiva es algo sencilla y no tiene la misma profundidad que un niño de 12 años le encontraría, sigue siendo la mejor que se ha escrito para los juegos.
Es una pena que el bajón de calidad de Pokémon haya sido tan estrepitoso. La quinta generación estaba llegando a algo muy interesante, una evolución natural del título y su núcleo. Lamentablemente, en el momento de la evolución alguien decidió pulsar el botón «B» y detener el cambio.
Al final, Pokémon es lo que es. Su «peor» juego vendió 10 millones de copias en 3 días, por lo que solo queda pedir que Game Freak y The Pokémon Company tomen un riesgo nuevamente y ofrezcan, una vez más, uno de esos títulos que cambien por completo a la franquicia.