El exmandatario peruano, Alberto Fujimori, ha fallecido a los 86 años en la casa de su hija Keiko en el Distrito de San Borja. La familia del líder histórico del fujimorismo confirmó su deceso, el cual se produjo meses después de haber recuperado su libertad a finales del 2023.
Una presidencia controvertida
Alberto Fujimori gobernó Perú entre 1990 y 2000, comenzando su mandato tras vencer al partido Movimiento Libertad de Mario Vargas Llosa. Heredó un país sumido en el caos debido a la hiperinflación y la violencia provocada por grupos terroristas como Sendero Luminoso y el MRTA. Su gobierno mostró autoritarismo y corrupción, y se le consideró uno de los mandatarios más corruptos según el Informe Global sobre la Corrupción 2004 de Transparencia Internacional.
Legado dividido y controversial
Durante su mandato, Fujimori fue condenado a 25 años de prisión en 2009 por su responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, así como por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer. En 1992 dio un autogolpe de Estado con el apoyo del Ejército y asesorado por Vladimiro Montesinos, cerrando el Congreso y tomando el control de las sedes judiciales. En su segundo gobierno, Fujimori implementó un polémico plan de salud pública que promovió esterilizaciones forzadas entre mujeres de bajos recursos, además de privatizar empresas públicas para atraer la inversión extranjera.
A pesar de haber mejorado la situación económica de los peruanos, su gobierno estuvo marcado por el clientelismo y la corrupción. El legado de Alberto Fujimori es uno lleno de controversias y divisiones en la sociedad peruana. Amado por algunos y odiado por otros, su muerte marca el fin de una era en la política peruana, dejando a su paso un país marcado por su turbulenta historia.