Bloemfontein, Sudáfrica.- Un piloto en Sudáfrica tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia ante una crisis que se vivía en la aeronave. No se trataba de un fallo en el motor o en cualquier otro sistema del avión, sino que una cobra venenosa se encontraba en la cabina principal.

Los hechos ocurrieron durante un vuelo entre la ciudad de Bloemfontein y Pretoria. El conductor de la aeronave, Rudolph Erasmus, se encontraba transportando a otras cuatro personas a su destino. Mientras operaba el avión con normalidad, comenzó a sentir un movimiento extraño en su espalda.

Creyendo que se trataba de una fuga de agua, el piloto giró momentáneamente su vista a su asiento. Para su sorpresa, una peligrosa cobra del Cabo estaba debajo de este, igual de asustada por la situación.

Debido al inesperado polizonte, el piloto tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en ese mismo instante. Manteniendo la calma, logró llevar el vehículo hasta un sitio seguro en la ciudad de Welkom.

Antes de esto, Erasmus pensó en ocultar los hechos a los pasajeros para evitar el pánico. Al final decidió informarles sobre la situación antes de iniciar las maniobras de descenso.

La historia termina bien, con toda la tripulación llegando a tierra sanos y salvos. Sin embargo, la cobra desapareció después del aterrizaje. A pesar de que ingenieros desmontaron el avión, no hallaron rastro alguno del animar, el cual podría haberse ido mientras nadie lo notaba.

La comisionada de aviación civil de Sudáfrica, Poppy Khosa, reconoció la profesionalidad del piloto. Incluso lo calificó como un héroe, ya que pudo manejar adecuadamente la situación. Por su parte, el señor Erasmus solo considera que hizo su trabajo y atendió un problema que pudo afectar a los pasajeros.

Con información de la BBC.

Podría interesarte:

• Sergio Berni: Ministro de Argentina es atacado con piedras
• Carlos Slim regresa al top 10 de los más ricos del mundo