Bacha Bazi: tradición que viste a niños de mujer para que sean abusados por hombres
23/07/2022 - Hace 2 años en InternacionalBacha Bazi: tradición que viste a niños de mujer para que sean abusados por hombres
Afganistán. – El Bacha Bazi se trata de una perturbadora tradición en el que niños son vestidos de mujeres para que sean abusados sexualmente por hombres con mucho poder.
La práctica Bacha Bazi que significia «jugar con los niños«, es muy común en Afganistán, pues hombres de gran poder visten a los niños de mujer para hacerlos bailar, venderlos o abusar sexualmente de ellos y se considera que contar con estso servicios con un símbolo de estatus.
Tras darse a conocer la atroz práctica, varios organismos internacionales y ONGs alertaron en contra de lo mencionado.
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Este se practica desde la antigüedad a pesar de estar prohibido por la ley sharia y el código civil afgano.
¿En qué consiste la tradición Bacha Bazi?
Un informe de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC por sus siglas en inglés) explicó que, este se conforma por un grupo de personas que mantiene bajo su autoridad a niños entre los 10 y los 18 años.
Esto con el fin de someterlos a explotación sexual y entre otras formas de acoso.
«En algunas partes del país, los niños deben llevar ropa de mujer y se utilizan como bailarines en fiestas y ceremonias de boda. Al final de las ceremonias, por lo general son llevados a casas privadas u hoteles y violados. A veces incluso son violados en grupo», detalla el informe de la Comisión.
Esta sigue hasta hoy en día debido a la pobreza que existe en el país, la inseguridad, la existencia de grupos armados, la falta de un estado de derecho, la corrupción y el acceso limitado a la justicia.
«La pobreza juega un papel importante en la expansión de ‘Bacha Bazi’. La mayoría de las víctimas provienen de familias pobres que tratan de ganarse la vida al servicio de otras personas, que más tarde se dedican a abusos sexuales o de otro tipo. La mayoría de las familias no saben que sus hijos son violados. Los perpetradores se aprovechan de su pobreza y atraen a los niños con el dinero», puntualiza el informe.