El Gobierno brasileño ha dado a conocer su ambicioso plan para poner fin a la deforestación en la Amazonia para el año 2030.

Bajo la administración del presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el cargo el 1 de enero, este plan se ha convertido en una prioridad central en su política medioambiental.

Recordemos que, desde el inicio de su mandato, Lula ha demostrado su compromiso de liderar la mitigación del cambio climático y controlar la deforestación de la Amazonia.

Brasil revela su plan para eliminar la deforestación en la Amazonia para 2030

El Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación en la Amazonia (PPCDAm) establece una política coordinada entre más de una docena de ministerios, que se extenderá hasta el final del mandato de Lula en 2027.

Para lograr este objetivo, se fortalecerá la aplicación de la ley contra los delitos ambientales y se implementarán otras medidas en la selva tropical más grande del mundo.

El plan, elaborado durante cuatro meses con la participación de 19 ministerios, tiene como objetivo alcanzar la deforestación cero dentro de siete años, trazando 194 líneas de actuación.

Entre las medidas destacadas se encuentra la creación de tres millones de hectáreas de nuevas reservas naturales y la protección de 230,000 kilómetros de riberas de los ríos.

Asimismo, el Gobierno tiene la intención de embargar el 50% de la tierra deforestada ilegalmente, aumentar el número de bases estratégicas, comisarías y aviones de la Policía Federal y las Fuerzas Armadas en la Amazonia, establecer alertas diarias de deforestación y contratar a 1,600 analistas ambientales antes de 2027.

En este sentido, una de las principales estrategias del plan es el uso de inteligencia y imágenes satelitales para rastrear la actividad criminal.

Además, se buscará regularizar los títulos de propiedad y se establecerá un registro rural para monitorear el manejo adecuado de los bosques, considerados fundamentales para frenar el cambio climático global.

También se enfocará en la recuperación de bosques degradados y se fomentará el incremento de la vegetación nativa mediante incentivos económicos para la conservación y el manejo forestal sostenible.

Por si fuera poco, el plan de Lula, buscará desarrollar una economía verde sostenible en la región amazónica, la cual incluirá la certificación de productos forestales, asistencia técnica a los productores, infraestructura, energía, conexión a internet y el fomento del ecoturismo.

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