El Gobierno de Cuba ha anunciado que a partir de este viernes se reducirá el peso del pan subsidiado que se entrega a través de la cartilla de racionamiento, debido a la «baja disponibilidad» de harina de trigo en el país. La medida establece que el peso del pan pasará de los 80 gramos actuales a 60, con el objetivo de mantener la oferta ante la falta de insumos mientras la isla se recupera de la «situación circunstancial» en la que se encuentra.
Esta situación no es nueva para Cuba, ya que ha enfrentado crisis de desabastecimiento de harina de trigo en los últimos años. A principios de 2024, el Gobierno alertó que no podría garantizar el suministro del pan subvencionado por la misma razón. El Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) ha explicado que la reducción del gramaje del pan también implicará una rebaja en su precio, pasando de un peso cubano a 75 centavos.
La canasta básica, que incluye alimentos subvencionados distribuidos mediante la cartilla de racionamiento, se verá afectada por esta medida. Cuba necesita aproximadamente 700 toneladas de harina de trigo diariamente para mantener la producción de pan destinada a la cuota de una persona. Datos de la ONU revelan que el país gasta alrededor de 2.000 millones de dólares al año en importar el 80% de los alimentos que consume.
El contexto de la crisis de harina en Cuba
La isla caribeña enfrenta una profunda crisis económica, exacerbada por la baja recuperación del sector turístico, los impactos de la pandemia, el embargo de Estados Unidos y errores en la política monetaria. Esta situación ha llevado al Gobierno cubano a tomar la medida de reducir el peso del pan subsidiado para hacer frente a la escasez de harina de trigo y garantizar el suministro de alimentos básicos a la población. ¡Con el pan no! es una llamada de atención a la realidad que vive Cuba y a los desafíos que enfrenta en materia de abastecimiento alimentario.
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