La inflación en Estados Unidos se ha debilitado durante el mes de noviembre, gracias a la caída en los precios de los alimentos y la energía. Así lo reveló el Índice de Precios de los Gastos de Consumo Personal (PCE), que es ampliamente utilizado por la Reserva Federal (Fed). Este índice mide el gasto de consumo y es un indicador clave de la inflación.

En comparación con el mes anterior, el PCE ha disminuido un 0,1%. De acuerdo con el Departamento de Comercio, el PCE ha experimentado un incremento del 2,6% en relación al año anterior, cifra que es menor al registro de octubre que fue del 2,9%. Este descenso en la inflación se debe al descenso en los precios de los alimentos y la energía, lo que ha impactado en el índice general.

La inflación subyacente también se frena y se aleja de la meta de la Fed

Asimismo, se ha observado que la inflación subyacente, que excluye productos volátiles como la energía y los alimentos, también ha disminuido, alcanzando una tasa anual de 3,2%, ligeramente inferior a la registrada en octubre. Estos datos confirman la tendencia a la baja en la inflación en Estados Unidos.

Estos resultados se suman a otros indicadores que ya apuntaban a una disminución de la inflación. La Reserva Federal ha mantenido las tasas de interés en su nivel más alto en los últimos 22 años, con el objetivo de alcanzar su meta inflacionaria del 2%. Sin embargo, los datos actuales muestran que la inflación se está enfriando, brindando esperanzas de un “aterrizaje suave”. Esto significa que se espera que la inflación baje sin que esto provoque una recesión.

El consumo y los ingresos personales crecen en noviembre

Además, las cifras de noviembre también revelaron un aumento en el consumo, con un incremento del 0,2% en comparación con el mes anterior. Los ingresos personales también han experimentado un crecimiento, lo que indica que tanto el consumo como el mercado laboral se mantienen relativamente resistentes.

En resumen, la inflación en Estados Unidos se ha debilitado durante el mes de noviembre, principalmente debido a la caída en los precios de los alimentos y la energía. Este fenómeno se ha reflejado en el Índice de Precios de los Gastos de Consumo Personal, que ha disminuido un 0,1% en comparación con el mes anterior. Estos datos forman parte de una tendencia a la baja en la inflación, brindando la esperanza de un “aterrizaje suave” sin recesión. El consumo y los ingresos personales también han experimentado un crecimiento en noviembre, lo que indica una resistencia en el mercado laboral y en el consumo en general.

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